Pía Asociación de Familias Consagradas a la Sagrada Familia

Pía Asociación de Familias Consagradas a la Sagrada Familia  Apareció en 1892, en las parroquias de Yucatán. Tenía como fin mantener viva, dentro de las familias cristianas, la devoción a la Sagrada Familia: María, José y Jesús. Ésta se centró en el jefe de la Sagrada Familia: San José. La devoción en Yucatán a este santo data de muchos años atrás. En 1761, hubo una sublevación de indígenas en el pueblo de Quisteil y fue entonces cuando el cabildo, tanto eclesiástico como civil, en nombre del pueblo yucateco, proclamó, después de lograda la victoria sobre los sublevados, a San José, patrono de Yucatán. En 1892, se insistió en las diversas parroquias de la diócesis para que las familias se consagraran a la Sagrada Familia. Todas aquellas familias que atendieron al deseo de los párrocos y se consagraron a Jesús María y José, fueron las que formaron la Asociación de Familias Consagradas, y constituyeron en aquel tiempo el fermento para extender y profundizar la «piedad cristiana parroquial». La asociación fue recomendada por el pontífice León XIII y promovida por la Sagrada Congregación de Ritos. La obligación de las personas asociadas se reducía a cumplir las prácticas de devoción ya establecidas ante una imagen de la Sagrada Familia. Los estatutos de esta pía unión fueron universales y se dieron en Roma el 14 de junio de 1892. Están compuestos por nueve artículos entre los que destaca el que indica el objetivo de la asociación, para que las familias cristianas se consagren a la Sagrada Familia y la tomen como modelo y le veneren, procurando ajustar su vida a las virtudes que dio como ejemplo la Sagrada Familia, sobre todo a las familias de la clase trabajadora.

La promoción de esta asociación la realizó el obispo Crescencio Carrillo y Ancona quien, en su X carta pastoral del 26 de noviembre de 1892, dispuso y ordenó que todos los curas párrocos deberían convocar a las familias piadosas de su feligresía, para que se consagrasen a la Sagrada Familia de Jesús, María y José. Fue el primer director diocesano de esta asociación, antes cura del sagrario de la iglesia Catedral, el doctor Narciso Manzanilla.