Pat, Marcelo

Pat, Marcelo  Capitán. Luchó bajo las órdenes de su padre, el caudillo indígena Jacinto Pat, durante los primeros años de la Guerra de Castas. Fue responsable, junto con José María Barrera, de diversas e importantes acciones militares, entre ellas la toma de Ticum, Ticuyum y parte de la cordillera al sur de Tekax, cuando su padre emprendió una nueva campaña a principios de octubre de 1848. Asentó su cuartel general en Ticum. El historiador Serapio Baqueiro lo define como uno de los caudillos principales de las tropas encabezadas por Jacinto Pat, y uno de los capitanes con mayor influencia y autoridad, involucrado siempre en las operaciones de la guerra. Fue responsable, junto con Barrera, de haber dado muerte en la Plazuela de San Antonio de Peto a Manuel Ignacio Tuz, amigo del cura Vela y por cuya intermediación se celebraron los Acuerdos de Tzucacab. Fue herido gravemente en la hacienda Santa María durante un combate y trasladado a Tzucacab. Los más famosos yerberos de la región acudieron a su lecho para curarlo, pero todo fue inútil. Murió a consecuencia de una bala que se le alojó en la columna vertebral el 26 de noviembre. Su muerte se anunció con un redoble de campanas, lo que concentró a casi toda la gente de la villa en la Plazuela de San Antonio, donde se llevó a cabo el velorio. Los funerales se verificaron al día siguiente. En la iglesia parroquial del poblado, los padres Manuel Mezo Vales y Remigio Vázquez oficiaron misa y durante muchas horas entonaron el canto de difuntos. De acuerdo con el testimonio de los sacerdotes, registrado por Baqueiro, si alguna vez callaban, Jacinto Pat levantaba la cabeza y decía al padre Mezo «Tata Padre, cánteme bien a este muchacho, porque te asesino si no se va su alma al cielo». El cadáver de Marcelo Pat fue inhumado frente a uno de los altares de la iglesia parroquial.