Paseo de las Bonitas

Paseo de las Bonitas  Paseo o alameda que mandó construir en Mérida el gobernador Lucas de Gálvez en 1789, en lo que hoy es la Calle Ancha del Bazar, es decir en el tramo que ocupa la calle 65 entre las calles 54 y 56. Dispuso que tuviera «dos avenidas laterales para coches, y un camellón arborizado, en el centro, para peatones, con bancas de piedra y tres glorietas equidistantes, dos en sus extremos opuestos y una en el centro». El paseo se ubicaba al norte del Convento de San Francisco y de la Ciudadela de San Benito. Durante la época colonial, las autoridades mantuvieron bien cuidado e iluminado el paseo, con farolas de tramo en tramo. Los domingos y todas las tardes se concentraba un gran número de paseantes en el sitio, entre ellos muchas muchachas casaderas que caminaban por el camellón arbolado, muy elegantes, con la esperanza de conseguir novio; como era la costumbre de la época, los jóvenes pretendientes caminaban sobre la misma ruta, pero en sentido contrario, bajo la estricta vigilancia de las personas mayores. Por el paseo también circulaban carruajes, sobre las dos avenidas laterales, con jóvenes doncellas, por lo que el pueblo empezó a llamarlo el Paseo de las Bonitas, aun cuando su nombre oficial era La Alameda.

Para 1881, de este hermoso paseo sólo quedaba el tramo de la calle 65, ya conocida como la Calle Ancha del Bazar, pues durante el gobierno de Manuel Romero Ancona (1878-1881), se utilizaron gran parte de los terrenos en la construcción de un bazar, y fueron ocupados años más tarde por el Mercado Municipal Lucas de Gálvez. El 31 de octubre de 1889, se colocaron postes de alumbrado eléctrico en la Calle Ancha del Bazar y cuando en 1892, el gobernador Daniel Traconis accionó el mecanismo para alumbrar la capital yucateca, fue una de las mejores iluminadas. En 1915, se instaló el primer quiosco de madera y se empezaron a establecer comercios. Hoy día, la calle 65 entre las calles 54 y 56 alberga un sinnúmero de comercios y puestos de vendedores fijos y ambulantes y por ella fluye diariamente un gran número de personas con destino al mercado, a los paraderos de camiones o de compras. En la casa núm. 477 de la calle 65 que fue cuartel de infantería, frente a la antigua Alameda, hay una lápida de piedra que dice «Esta Alameda, Quar/teles, Faroles y casa/ para custodia y los uten/silios de su iluminaci/on cedeben al esmero que/ puso el Sr. Lucas de / Gálvez Gob. Y Cap. Gnr / de esta Prov. en adornar / esta Capital sobre el/ buen gusto; se dio principio a su fábrica en el año de 1789 y/ se concluyó en el año de 1790».