Porcicultura

Porcicultura  Hasta la década de los 70, la actividad porcícola en Yucatán era básicamente de traspatio. La carne de cerdo, que ya entonces se consumía abundantemente en Yucatán, provenía del centro del país. Al caer los precios del henequén en los mercados internacionales, el estado se vio en la necesidad de diversificar su producción agropecuaria, por lo que se inició la actividad porcícola, con un fuerte impulso gubernamental. En esa etapa, los productores, principalmente ejidatarios, criaban sus animales en sus casas, pero debido al alto costo de los insumos y el gasto que representaba para los criadores, el proyecto no se consolidó. En el afán de dar un nuevo impulso a la actividad, en 1975 se creó la Sociedad Local Porcícola de Crédito Ejidal en la que se agruparon 1,800 ejidatarios productores y se constituyeron a través de créditos del Banco Agrario, incipientes granjas colectivas de ciclo completo (de nacimiento a engorda). Al mismo tiempo, productores particulares empezaron a impulsar sus propios proyectos porcícolas. Para los primeros años de la década de los 80, el 70% de la carne de cerdo consumida en Yucatán provenía del centro de la República, particularmente de Michoacán, y la entidad producía el 30% restante. Durante la crisis económica de 1986, cayó el precio de la carne de cerdo y la actividad dejó de ser redituable para los pequeños productores por el pequeño margen de utilidad. En su mayoría abandonaron la actividad por falta de liquidez y sólo los productores más eficientes y organizados lograron sobrevivir a la crisis. A finales de la década, la producción porcícola en Yucatán había alcanzado la autosuficiencia e inició el camino de un fuerte crecimiento.

A principios de los 90, los porcicultores empezaron a vender carne de cerdo a los estados aledaños a Yucatán, en el Istmo y el Distrito Federal y justamente en este período se produjo un gran cambio cualitativo en la actividad la porcicultura en Yucatán se tecnificó. El cambio tecnológico se lleva a cabo en tres vertientes en lo genético-alimenticio, en la producción y en la comercialización. En el campo genético, se empieza a producir un cerdo con menos grasa, más resistente, prolífico y de rápido crecimiento, como resultado de la hibridización. En cuanto a lo nutricional, se impone el criterio de usar alimentos con la formulación adecuada a los requerimientos alimenticios del animal, optimizando la relación costo de materias primas a ganancia de peso del animal. En el campo de la producción, hay un cambio cualitativo en la crianza del animal, se desarrolla la tecnología de producción en tres sitios, con la cual se logra mayor eficiencia productiva y menores costos al manejar a los animales en medios con status sanitarios más altos. Con la tecnología se implementan sistemas de matanza modernos encaminados a conservar la calidad de la carne además, el animal es sacrificado sin dolor, lo que significa un cambio de cultura en torno del acto del sacrificio. Asimismo, se incorpora a esta fase el concepto de refrigeración, lo que repercute favorablemente en la comercialización. Al mismo tiempo, en las más importantes áreas del mundo se da una lucha por el status sanitario, con el objetivo de que queden erradicadas enfermedades muy propias del cerdo como la fiebre porcina clásica, la enfermedad de Auyezky o seudorrabia, peste porcina africana y PERSS (por las siglas en inglés). En Yucatán, la única enfermedad que existe, pero está en proceso de erradicación es la de Auyezky, por lo que se puede exportar carne al mercado internacional.

Por lo que respecta al campo de la comercialización, existen ya rastros Tipo Inspección Federal (TIF), es decir, que tienen que apegarse a condiciones, normas y reglamentos para tener la certificación correspondiente. Años atrás, la carne de cerdo se consumía en la periferia, donde se criaba y se mataba al animal. Hoy, se vende refrigerada y congelada, aunque una pequeña porción se comercializa como carne caliente. La venta nacional de la carne de cerdo refrigerada representa el 50% de la producción total, sacrificada en rastros tipo TIF, y la carne caliente representa el otro 50%, y fundamentalmente se consume en las localidades pequeñas. En la actualidad, se exporta la carne de cerdo al Caribe y Asia, principalmente Japón, y Estados Unidos ya está en puerta. En Yucatán se producen un millón de cabezas al año, con tendencias al crecimiento, y se consumen alrededor de 300,000, pues Yucatán es el estado con mayor consumo per cápita de carne de cerdo en el país.