Pino Suárez, José María

Pino Suárez, José María  (1866-1913) Político, periodista, abogado y poeta. Natural de Tenosique, Tabasco. Fueron sus padres José María Pino, dedicado al comercio, y Baltazara Suárez. Hasta 1881 residió en Tenosique donde cubrió parte de su primaria; se trasladó a Mérida y en el Colegio de San Ildefonso terminó sus estudios de primaria y secundaria. En 1891 inició la carrera de derecho en la Escuela de Jurisprudencia y Notariado, graduándose de abogado el 12 de septiembre de 1894. Sus inquietudes políticas las expresó como periodista al fundar el 19 de marzo de 1904 el diario El Peninsular, del cual fue director y desde donde criticó a Porfirio Díaz por haber desvirtuado el orden republicano y los ideales por los que lucharon los liberales mexicanos del siglo XIX; entre sus colaboradores opositores al régimen estuvieron Ignacio Ancona, Serapio Baqueiro y Ricardo Mimenza Castillo. El Peninsular fue un fracaso económico, por lo que en 1906 suspendió su publicación, y lo vendió a Alfredo Cámara Vales. En junio de 1909 publicó, con Calixto Maldonado y César González, su segundo periódico La Defensa Nacional, el cual se convertía en el órgano del Club Antirreeleccionista de Yucatán, desde el cual realizó una campaña político electoral en oposición al general Porfirio Díaz y al candidato oficial, el gobernador Enrique Muñoz Arístegui, sustituto de Olegario Molina Solís, desde 1906.

Como político, Pino Suárez se incorporó en 1909 al movimiento antirreeleccionista que encabezó Francisco I. Madero. El 26 de junio de ese año Madero llegó a Progreso en compañía de su esposa Sara Pérez, Félix Palavicini y Roque Estrada, entre otros; Pino Suárez los recibió, y en julio, en el Casino Hidalgo, se instaló el Club Antirreeleccionista, quedándose como jefe del mismo en Yucatán. En la campaña electoral para gobernador participó como candidato del Club Antirreeleccionista, que representaba la corriente liberal y civilista conforme a las pautas del movimiento nacional maderista, y aglutinó a profesionistas y algunos sectores de artesanos y obreros; el otro contendiente fue Delio Moreno Cantón por el Centro Electoral Independiente, que representó a la mayoría de los terratenientes y hacendados, localmente antirreeleccionistas por el control económico político que ejercía Muñoz Arístegui, pero porfiristas y opositores al pinismo. Muñoz Aristegui fue declarado gobernador para el período 1910-1914. Ante la represión y con orden de aprehensión en su contra, Pino Suárez huyó a Tenosique y posteriormente se fue a Estados Unidos, donde continuó en contacto con revolucionarios mexicanos. En la Convención Nacional de los Partidos Aliados, integrada por el Partido Nacional Antirreeleccionista y el Partido Nacional Democrático, realizada en 1910 en la Ciudad de México, fue electo presidente de la mesa directiva, integrada además por: Jesús L. González, Abraham González y Alfredo Robles Domínguez, vicepresidentes; Juan Sánchez Azcona, Manuel N. Oviedo y Roque Estrada, secretarios, y resultaron candidatos a presidente y vicepresidente de la República, Francisco I. Madero y Francisco Vázquez Gómez, respectivamente. La Convención emitió un Manifiesto a la Nación que fue redactado por una comisión en la que participó Pino Suárez, González Garza y Sánchez. En un intento por llegar a un acuerdo con Porfirio Díaz, el 16 de abril de 1910, Madero le propuso modificar la fórmula Díaz-Corral por Díaz-Madero con el fin de entrar en una etapa en la cual diversas fuerzas políticas estuviesen representadas, sin embargo, ello no se logró, y previo a las elecciones, Madero fue arrestado y posteriormente huyó a Texas en compañía, entre otros, de Pino Suárez. El 4 de octubre fueron declarados electos Porfirio Díaz y Ramón Corral, como presidente y vicepresidente, respectivamente. El 6 de octubre, Madero convocó al pueblo a través del Plan de San Luis Potosí a levantarse en armas. Los acontecimientos se desencadenaron, el 10 de mayo de 1911 cayó Ciudad Juárez en poder de las fuerzas maderistas, el 11 fue designado Madero como presidente provisional y nombrados sus ministros en calidad de eventuales, entre los que fue incluido Pino Suárez como ministro de Justicia. El 21 de mayo son firmados los Tratados de Ciudad Juárez por el representante del gobierno de Porfirio Díaz, Francisco S. Carvajal y los representantes oficiales del gobierno revolucionario, Francisco Vázquez Gómez, Pino Suárez y Francisco I. Madero padre, en los cuales fueron estipuladas la renuncia del general Porfirio Díaz y la del vicepresidente Ramón Corral, la designación del ministro porfirista de Relaciones Exteriores, Francisco León de la Barra como presidente interino, la supresión de las hostilidades en todo el territorio nacional y el licenciamiento de las fuerzas revolucionarias.

Pino Suárez retornó a Yucatán en calidad de gobernador interino, del 5 de junio al 8 de agosto de 1911, hasta nuevas elecciones para elegir gobernador constitucional. En ese breve período emitió una ley para la creación de escuelas rurales; una iniciativa sobre la mensura y fraccionamiento de los ejidos; el establecimiento de un salario mínimo de 75 centavos diarios; la corrección y modificación del Código Penal de 1906; la reforma de la Ley de Impuestos en el municipio de Mérida, y la creación de los juzgados de primera instancia de Ticul y Valladolid. En las elecciones contendió por el Partido Liberal y su oponente fue Delio Moreno Cantón por el Centro Electoral Independiente. El 27 de septiembre de 1911, el Congreso del Estado declara electo a Pino Suárez como gobernador del estado de Yucatán; cargo que sólo ocupó del 17 de octubre al 15 de noviembre de 1911, cuando solicitó licencia indefinida por haber sido electo vicepresidente en la contienda que se verificó del 1 al 15 de octubre. Nombró gobernador interino a Nicolás Cámara Vales. A su cargo de vicepresidente se sumó el de ministro de Justicia y Bellas Artes, a partir del 26 de febrero de 1913, cuando Miguel Díaz Lombardo fue designado embajador de Francia.

El gobierno maderista enfrentó tanto a componentes del antiguo régimen como a fuerzas que fueron parte del movimiento revolucionario. Los primeros iniciaron una labor tenaz, constante, encubierta y pública de ataque contra Madero y sus ministros. De las segundas, se rebeló Emiliano Zapata en 1911 al negarse a entregar las armas al ejército federal y demandar la restitución de tierras, se sublevó el general Bernardo Reyes, Emilio Vázquez Gómez, Pascual Orozco y el general Félix Díaz. En la prensa, dijo Manuel Bonilla hijo sobre Pino Suárez: «Al vicepresidente se le hacían los siguientes cargos: hacer versos; ser alto y delgado; tener una nariz prominente; no ser ambicioso; no tratar de meterle zancadilla al presidente; haber sido impuesto por Madero; ser vehemente en el hablar naturalísimo de un costeño».

El 9 de febrero de 1913, se inició la llamada Decena Trágica, cuando se sublevó una fracción del ejército e intervino el embajador de Estados Unidos en México para apoyar a Félix Díaz y a Victoriano Huerta. El 18 de febrero culminó por órdenes del general Huerta con el arresto y prisión de Madero y de Pino Suárez, quienes firmaron bajo presión la renuncia a sus cargos, en carta fechada el 19 de febrero. La renuncia fue aceptada por la mayoría de los legisladores. Inmediatamente protestó como presidente de la República, de acuerdo con la Constitución, el secretario de Relaciones Exteriores, Pedro Lascuráin; enseguida designó al general Huerta secretario de gobernación, y renunció, según lo convenido, para que Huerta protestara como presidente. El 21 de febrero de 1913, Pino Suárez escribe una carta al diputado Serapio Rendón Alcocer en la cual señala la difícil situación por la que están pasando Madero y él en su condición de presos en Palacio Nacional y su temor de que no respeten sus vidas, por lo que le pide ponerse en contacto con Olegario Molina, familiar de su esposa María del Carmen Vales para que la proteja. El 22 de febrero por la noche son trasladados a la Penitenciaría de la Ciudad de México y a un costado del penal fueron asesinados.

De su producción como poeta se conocen Melancolías (1896), y Procelarias (1903). Su primer trabajo dado a conocer al público fue una composición en verso dicha por el propio Pino Suárez, el 30 de julio de 1892, durante una ceremonia conmemorativa del fallecimiento de Miguel Hidalgo y Costilla, en los corredores del Palacio del Ayuntamiento de Mérida. Posteriormente publicó algunas poesías en la revista Arte y Letras, órgano de la Sociedad Literaria Lord Byron, integrada por escritores yucatecos. La antología Los trovadores de México, editada en Barcelona en 1898, incluyó poemas de Pino Suárez.