Paisaje kárstico

Paisaje kárstico  Paisaje natural que caracteriza a la Península de Yucatán. Esta región se distingue por la regularidad de su territorio, las formaciones que la cubren y la ausencia de corrientes superficiales de agua. El paisaje de la Península está determinado por la presencia de la losa de rocas kársticas sedimentarias que a partir del plioceno inició su levantamiento, el cual prosigue. Las formaciones kársticas son ampliamente visibles, predominando sus características morfológicas, resultantes de la acción erosiva de las aguas pluviales ricas en anhídrido carbónico, las que al circular por grietas y fisuras las convierten poco a poco en cavernas y cuevas. Cuando la bóveda de algunas de estas cavernas, que ha alcanzado el nivel freático y obtiene un espejo de agua, se derrumba, se forma un cenote.

El paisaje kárstico del estado de Yucatán se puede dividir en tres zonas: región kárstica costera, región kárstica central y región kárstica cerril. La primera de ellas envuelve a toda la Península, contiene diversas unidades fisiográficas distintivas del paisaje kárstico. La zona arenosa, la ciénaga, los petenes, el monte bajo y la sabana son áreas de características propias asentadas en la primera región. En la segunda región es el cenote el elemento kárstico representativo, el cual aparece en diversos grados y formas de desarrollo. La región central se puede dividir a partir de los tipos de cenotes en tres subregiones: la Noreste, caracterizada por cenotes y aguadas, está poco estudiada por su aislamiento; la Este-centro, en la que predominan los cenotes a cielo abierto, de paredes casi verticales y hoyas profundas y que se prolonga hacia el Sur, penetrando al estado de Quintana Roo, y la Poniente, en la cual sobresale la existencia de cenotes cuyo nivel piezométrico es muy cercano a la superficie, a menudo parcialmente cubierto por un techo calcáreo. La tercera región, la de formaciones cerriles, se caracteriza por el escarpado frente de la Sierrita de Ticul, que al igual que el de las otras cadenas montañosas de la región que se extienden al sur, está «agujereada» por diferentes tipos de cuevas, las cuales dan la apariencia de cenotes secos, cuyo fondo está cubierto por vegetación en vez de agua.