Puc, Juan de la Cruz Intérprete de la Cruz Parlante, natural del pueblo de Nabalón. Serapio Baqueiro en su libro Ensayo histórico sobre las revoluciones de Yucatán desde el año de 1840 hasta 1864, menciona que Juan de la Cruz Puc sustituyó en sus funciones al ventrílocuo e intérprete de la Cruz Parlante, Manuel Nahuat, muerto en combate el 23 de marzo de 1851, luego que el coronel Novelo tomara Chan Santa Cruz y Kampokolché. El jefe espiritual de los nativos sublevados durante la Guerra de Castas, José María Barrera, tras sendas derrotas militares, tuvo que reorganizar a los indígenas mayas en torno a la Cruz y sustituyó a Nahuat por Puc. Este personaje apareció hablando en nombre de las tres cruces y dirigió una carta a los indígenas que, de acuerdo con Nelson Reed en la Guerra de Castas de Yucatán, dice aproximadamente así: «Debido al sacrílego asesinato de Nahuat, las cruces nunca volverán a hablar, salvo a los serafines y apóstoles. Las cruces fueron llevadas a Kampokolché, donde los dzuloob quisieron hacerlas hablar, pero no fue posible, porque la hora todavía no había llegado y sólo hablarían con el Patrón. Pero ha llegado el momento de que hablen para comunicarse con sus hijos, los macehualoob, y decirles que los dzuloob serán severamente castigados por los daños que causaron sus tropas. Los macehualoob tienen que alzarse ahora y vengar la sangre derramada; su turba vengadora tiene que ir a la iglesia de Yalcobá, donde están las cruces ahora, reunir a los habitantes de Chan Santa Cruz y de los pueblos vecinos y llegar a un arreglo con el gobernador, que vive en las ruinas de Chichén Itzá. Los macehualoob no tienen que temer porque nadie, sino tres misteriosos personajes, tomarán el mando. Ha llegado la hora en que los macehualoob pondrán el gavilán en las altas torres de la Catedral de Mérida». La carta estaba firmada por las tres cruces y por Juan de la Cruz Puc, que era el intérprete. El resultado fue que se revivificó el culto al símbolo de resistencia de los indígenas rebeldes y se procedió a la defensa del sitio donde habían aparecido las tres cruces.
Con la muerte de José María Barrera, acaecida en 1852, se eligió a su sucesor, quien de acuerdo con algunos informes fue Juan de la Cruz Puc, en ese entonces todavía en actividad, ya que continuaba escribiendo cartas a nombre de las tres cruces y con su propia firma, pero según el testimonio del nieto de Barrera, fue su padre quien heredó el cargo. En esos tiempos la influencia de Puc se acentuó por su capacidad de leer y escribir y hacer circular dichas cartas firmadas donde usó varios alias «Señor Jesucristo», «Creador de Cristianos» o «Hijo de Dios». La presencia de Juan de la Cruz Puc se registra en la historia de la Guerra de Castas todavía dos años después del asesinato, en 1885, de José Crescencio Poot, máxima autoridad de Chan Santa Cruz. En un sermón que escribió, habla del asesinato de su ayudante Juan Bautista Chí y toma partido, según señala Nelson Reed, por el sermón de la guerra.