Pech, Nakuk (1490-1562) Cacique de Chac Xulub Chen y célebre historiador. Descendiente de una noble familia de Conkal que dio nombre a los cacicazgos de Kin-Pech y de Cehpech. Fue nieto de Ah Tunal Pech. Según Héctor Pérez Martínez, tuvo por hermanos a Ah Macán Pech, cacique de Yaxcucul y a Ixkil Ytzam Pech, cacique de Conkal. Su mujer fue Úrsula Pech y su hijo Pedro Pech, quien heredó la gobernación de Chac Xulub Chen. De esta familia, Ah Macán Pech escribió la crónica de Yaxcucul. En 1562, escribió una relación a la cual tituló: Ubelil u kahlail chac xulub chen, o sea, La Historia y la crónica de Chuc Xulub, de la cual el abate Brasseur de Bourbourg tomó fragmentos cuando editó el Manuscrito Troano, y Brintón la publicó íntegra en su Maya Chronicles, en su idioma primitivo y en inglés, conservando fielmente su estilo original. Un antepasado suyo formó parte del ejército extranjero que Cocom contrató en Anáhuac para combatir a sus hermanos mayas de Uxmal. De esto se vanagloriaba Nakuk Pech, al decir que era descendiente de los conquistadores mexicas de esta tierra. La conquista de que se ufanaba fue la destrucción de Uxmal. Confinados luego todos los mexicas a una sola región de la Península, llegó a distinguirse entre ellos la familia Pech. Uno de ellos fue gran sacerdote. La influencia de la familia logró imponer su nombre a toda la región que fue llamada: de Ceh Pech. El padre de Nakuk, Ah Kom Pech, Martín Pech, después de bautizado, era cacique de Xulkum Chel y el propio Nakuk lo fue de Chac Xulub Chen. Después de la Conquista, su padre recibió el nombre de Martín Pech. Respecto del hijo, dice él mismo, en su Crónica de Chicxulub: «Cuando yo fui puesto a gobernador Chac Xulub Chen, aún no venían los españoles a esta tierra de Yucatán, y yo era príncipe en este pueblo». Luego agrega: «…y después, cuando vino el oidor don Tomás López, también yo era el jefe y me nombraba Nakuk Pech; pero cuando entró el agua en mi cabeza, y cuando recibí el bautismo, fui llamado don Pablo Pech y cesaron de nombrarme Nakuk Pech. Los jefes principales en pagar el tributo a los señores extranjeros, cuando fuimos hechos hidalgos por los capitanes, cuando ellos se establecieron aquí en la comarca. Después nos fue dado el poder por Dios y por el rey que gobernaba». En toda esta Crónica por Nakuk Pech, predominan dos conceptos: el de su propia importancia y el de los tributos que pagaban a los conquistadores. Tributos con los que naturalmente no estaban conformes, como se ve en el párrafo siguiente: «Después vinieron a esta tierra, a esta provincia, los señores extranjeros; pero no eran los hombres mayas, en su corazón, para entregarles su tributo a los señores extranjeros recién llegados». En estas últimas líneas está formulada la protesta del maya contra el conquistador. El tributo llegó a ser una obsesión. Esto fue escrito en 1553, 11 años después de la Conquista.