Portugués, Bartolomé A fines de 1663, bajo el gobierno de Juan Francisco Esquivel de la Rosa, exaltado al poder desde el 4 de septiembre, el pirata conocido como Bartolomé Portugués, apareció en las aguas de Campeche. Desembarcó cerca de la población en un punto no determinado de la costa, asaltó y quemó una hacienda rústica; pero, derrotado por un capitán español de apellido Maldonado con una fuerza de 250 soldados y 600 indios flecheros, fue aprehendido junto con muchos depredadores.
Juzgado por los alcaldes de la villa a bordo de un buque anclado en el puerto, logró evadirse con ayuda de dos tinajas de vino, tapadas a manera de flotadores, alcanzando la costa y refugiándose en el bosque. A pesar de la persecución que se le hizo, Portugués consiguió escapar y después de haber caminado cerca de 40 leguas, hambriento y desfallecido, encontró a varios piratas que hacían aguada en la costa, a quienes convenció para que le facilitasen un bote y 20 hombres, prometiéndoles apoderarse de uno de los barcos que anclaban en el puerto. Cumplió su palabra el pirata: se presentó en la rada, muy noche, y aprovechando la oscuridad, sorprendió una fragata que, con su tripulación dormida, le resultó fácil presa. En ella embarcó con sus compañeros y se dirigió a Jamaica. Pero de nada le sirvió su hazaña. Al pasar frente a la Isla de Pinos, cerca de Cuba, un temporal lo estrelló contra unos bajos, destruyéndose el navío y perdiéndose el rico cargamento que transportaba; a duras penas pudo llegar a Jamaica, pobre y derrotado.