Pérez Capetillo, Enrique (1863-1950) Nació el 14 de julio de 1863, en Mérida, Yucatán. Sus padres fueron Joaquín Pérez Zavala y Altagracia Capetillo. Las primeras letras las aprendió con profesores particulares, posteriormente continuó sus estudios en el Colegio Católico de San Ildefonso. Tras seis años de estudio, en el Seminario, fue consagrado sacerdote por Crescencio Carrillo y Ancona, el 26 de mayo de 1888. Aquí permaneció como profesor y celador.
En 1890, para atender su delicada salud marchó a la Ciudad de México; se estableció como director del Asilo Salesiano. Retornó a Mérida en 1891, y en 1892 fue nombrado capellán de la iglesia de La Candelaria hasta 1898. Su acción apostólica en esta etapa fue principalmente la catequesis y el oratorio festivo, forma pedagógica creada por San Juan Bosco. El oratorio que atendió fue parte del programa pastoral de la iglesia de La Candelaria.
En agosto de 1892, en esa iglesia, colaboró con el padre Argüelles en la fundación de la agrupación denominada María Auxiliadora. Ahí inicia la devoción de la advocación en Mérida. En 1898, fue nombrado párroco de la iglesia de Santa Ana donde permaneció hasta 1916. Fundó también el apostolado de la oración y construyó dos capillas laterales, una delegada al Sagrado Corazón y otra a María Auxiliadora.
En tiempos difíciles para la Iglesia Católica en México, se trasladó a Cuba. En la ciudad de Matanzas ejerció su acción sacerdotal, donde fundó una asociación eucarística y publicó el Boletín Eucarístico de Matanzas, órgano difusor de la devoción a la eucaristía.
En 1919, retornó de La Habana para establecerse nuevamente en Mérida. Tritschler, pastor de la diócesis, lo nombró el 15 de julio de 1919 director de la Obra del Catecismo, responsabilidad que desempeñó eficazmente. El 12 de septiembre de 1919 fue nombrado canónigo titular de la iglesia Catedral. En 1920, fue designado vocal del consejo de administración de los bienes de la Iglesia en la arquidiócesis de Yucatán; también fue juez del arzobispado y juez hacedor de la Renta Decimal. En 1927, fue desterrado el arzobispo de su jurisdicción, y Pérez Capetillo es nombrado vicario general, durante 15 años.
En 1938, fundó la Pía Unión de Santa Teresita del niño Jesús, en la iglesia de Santa Lucía.
Está ligado a la historia de la educación no sólo religiosa sino civil, de la juventud yucateca. Cooperó en la fundación de tres colegios: el de la parroquia de Santa Ana, otro cercano a la iglesia de San José de la Montaña y uno más en la parroquia de San Sebastián.
Trabajó incansablemente para que vinieran los salesianos a fundar una escuela de artes y oficios, pero nunca lo consiguió. Estuvo presente en los inicios de los colegios católicos como el Teresiano y el de los Maristas, establecidos en Mérida.
El 30 de septiembre de 1950, murió en la casa ubicada en la calle 57, núm. 765, propiedad de Luisa Molina Hübbe.