Pascua Juvenil La Pascua Juvenil es un movimiento apostólico que surgió en la década de los 70. Pascua Juvenil significa la reunión de jóvenes, de distinto sexo, durante la Semana Mayor de la Liturgia Cristiana «con el fin de recordar la pasión, muerte y resurrección de Cristo y así descubrir el mensaje de amor y conversión que el Redentor trajo para mejorar la vida personal». El encuentro religioso de jóvenes es organizado y dirigido por los mismos jóvenes. La Pascua Juvenil se desarrolla, en Yucatán en un local en el cual los jóvenes conviven todo el día. Allí son motivados a vivir más de cerca «el misterio de la resurrección de Cristo», punto clave del catolicismo. Para ello, emplean diversas formas pedagógicas entre las que sobresalen socio-dramas, charlas, juegos, conferencias, audiovisuales, visitas a asilos, procesiones y oraciones adecuadas al «misterio de la resurrección». Los jóvenes se agrupan para celebrar la Pascua Juvenil en tres niveles.
Los que cursan secundaria, los que están en preparatoria y los que estudian en alguna facultad universitaria. No obstante que los jóvenes que organizan la Pascua Juvenil en Mérida se apoyan en la doctrina de la Iglesia, la Curia Diocesana les proporciona sacerdotes para asesorar y cuidar la ortodoxia de estos grupos en su celebración pascual. En ese sentido son notables las asesorías que prestan a los jóvenes, los padres Álvaro García Aguilar y Jorge Herrera Vargas, el padre Benito Aguilar (L.C.), el presbítero Francisco Javier Bacelis Cano, capellán del Centro Universitario Montejo; además en calidad de asesores fungen Gilda Rodríguez, Abraham Razú y Raúl Pino. Los padres de los jóvenes no son ajenos a la celebración, muchos de ellos participan como asesores o colaboradores directos del evento. Todo joven que participa en la Pascua Juvenil aporta una cuota módica que sirve para recuperar lo invertido por los organizadores en material didáctico, comidas y cena final. La celebración de la Pascua Juvenil fue introducida en Yucatán, precisamente en 1984, en la ciudad de Mérida, por el joven Jorge Laviada Molina. El diseño de la celebración fue aquel que se realizó en Guadalajara, Jalisco, el cual a su vez tomó la idea del evento juvenil efectuado por primera vez en Taizé, Francia, en 1970. Desde 1984 hasta la actualidad se ha verificado la Pascua Juvenil con un lema propio cada año, pero con un mismo espíritu: «recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesús: Salvador de los Hombres».