Palomino, Francisco (¿-1586-1587?) Defensor de indios, 1569-1586. Durante el tiempo que ejerció este cargo fue acusado de haberse quedado con los bienes destinados a los indios, de haber tomado muchas sumas del fondo de sus comunidades y haberles causado numerosos agravios y males. Varias veces se pidió su destitución, pero pudo defenderse bien, razón que explica el prolongado tiempo que estuvo al frente del cargo de defensor de indios. En 1586, por disposiciones reales, se le ordenó al gobernador Vozmediano que a Palomino se le hiciera juicio de residencia y fuera destituido. El gobernador, por sentencia de 30 de octubre de 1586, lo declaró privado del empleo, el cual además se declaró extinguido, encargándose la defensa de los indios al obispo de la diócesis. A pesar de las acusaciones que se le hicieron, hechos que no fueron comprobados, la historia parece demostrar que Palomino defendió los derechos de los indígenas. Pidió y obtuvo la cédula, de 15 de febrero de 1575, para que no se obligara a los indios a prestar trabajos contra su voluntad como el cortar palo de tinte y sacarlo de los bosques a la playa; consiguió la cédula, de 15 de mayo de 1581, que prohibía se empleara a los indios, aun de su libre voluntad, en el cultivo y fabricación del añil; alcanzó también de bula, de 27 de mayo de 1579, que en los lugares donde se pudiera excusar el servicio de los indios como cargadores, se evitara emplearlos en el transporte de carga, y que en donde no se pudiera excusar esto, se permitiera emplearlos como cargadores, siempre que lo hicieran voluntariamente, con el peso de la carga moderado, y que se les pagara una justa remuneración. Más adelante, al ver que con la supresión de este cargo los abusos contra los indígenas se incrementaban, por cédula de abril de 1591, Vozmediano mandó restablecer el empleo de defensor de indios y además creó el de letrado y procurador, de modo que quedó establecida una oficina completa que debía costearse con las multas a que fueran condenados los litigantes y con un subsidio con que cada cacicazgo debía contribuir. Se nombró entonces defensor de indios a Juan de Sanabria. Francisco Palomino, anota Molina Solís, en Historia de Yucatán durante la dominación española, después de ser cesado de su cargo, se propuso ir a España para dar cuentas de su conducta y defenderse, pero que preparando el viaje, murió en Mérida en 1586, o a principios de 1587.