Palacio Cantón Casona de estilo afrancesado, propia de principios del siglo XX, ubicada en Paseo de Montejo, entre las calles 41 y 43, mandada a construir por el general Francisco Cantón Rosado, quien la habitó junto con su familia hasta el día de su muerte, acaecida en 1917. Su construcción costó 755,086 pesos, una fortuna para aquellos tiempos. El proyecto arquitectónico estuvo a cargo del ingeniero italiano Enrico Deserti, el mismo que diseñó el Teatro José Peón Contreras, y su construcción duró de 1909 a 1911. Los urbanistas contemporáneos la caracterizan como un fiel reflejo del auge henequenero de Yucatán, de principios de siglo. Para su construcción fue empleado el mármol de varios tonos, recuadros y adornos de yeso finamente trabajados en paredes y techos, imponentes columnas dóricas y jónicas que reforzaban la división entre los diversos espacios interiores y una imponente escalera de mármol que condujo a la planta alta.
Por las características de los terrenos localizados en los costados del Paseo de Montejo, que son de poco fondo, fue necesario situar el eje mayor del edificio en posición paralela a la avenida asimismo, la limitada superficie del terreno impidió alojar los elementos de servicio, como caballerizas y cuartos de la servidumbre, ubicados en un terreno diferente en las calles 54 por 43. Las piezas de la casona fueron ordenadas en tres sectores: las habitaciones destinadas a las actividades sociales, las familiares y las de servicio. Como lo dictaba la arquitectura francesa, en la planta baja se situó el salón principal, saloncitos, biblioteca o despacho, el fumador, la sala de música, la sala de billar, el comedor, la cocina y el office, mientras que en la planta alta se agruparon las recámaras, baños, costurero, toilette y vestidores, entre otros servicios.
Al término de la Revolución Mexicana, el Palacio Cantón cambió de dueño y en 1937 el gobierno del estado la utilizó como local provisional de la Escuela Miguel Hidalgo y de la Escuela de Bellas Artes. En 1948, el inmueble fue declarado residencia oficial de los gobernadores de Yucatán. A principios de 1960, el edificio se convirtió en sede oficial del Instituto Yucateco de Antropología e Historia. En esa época también albergó a la Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona en la planta baja y al Museo Regional de Arqueología de Yucatán, en los sótanos. En 1977, el gobierno del estado y el Instituto Nacional de Antropología e Historia firmaron un convenio para que la casona fuera adecuada para albergar al Museo de Antropología e Historia del Estado de Yucatán.