Pakoc y Hoxchunchan Dioses de los itzaes asentados en el Petén. Según Diego López de Cogolludo eran ídolos de las batallas, que los itzaes llevaban cuando iban a pelear con los chinamitas sus más cercanos y peligrosos enemigos. Antes de dar principio a la batalla o al realizar acciones valerosas, apunta el cronista, «…les queman copal y suelen darles respuesta sus ídolos cuando los consultan, y en los bailes suelen hablarlos y bailar con ellos, y que esa es la causa de pintarse los indios cuando bailan el baile del sacrificio referido (en honor del dios Hobó)».