Pacheco, Melchor Alcalde ordinario de Mérida. Desempeñó este cargo en los años 1560, 1566, 1578, 1579 y 1585. Natural de Alcázar de Consuegra en la Mancha, hoy Alcázar de San Juan, Ciudad Real, España. Solicitó su pase a la Nueva España en la casa de contratación, el 7 de octubre de 1538. Su padre, el capitán Gaspar Pacheco, había recibido el encargo, por parte de Marcos de Aguilar, gobernador de la Nueva España, de conquistar Oaxaca, y en la Sierra Mixteca fundó la ciudad de San Ildefonso en enero de 1527, donde después de haber sido alguacil mayor de la capital de la Nueva España, regresó para establecerse con su familia. En 1540, Francisco de Montejo, el Adelantado, viajó a Oaxaca para invitarlo a participar en la conquista de Yucatán a donde llegó acompañado de unos 30 hombres a caballo y junto con su hijo Melchor formó la compañía que dio gran fuerza militar a Montejo, el Mozo, y permitió asegurar la conquista y colonización de la Península. Melchor Pacheco figuró como segundo comandante de las fuerzas de su padre en la expedición formada para conquistar la provincia de Uaymil-Chetumal, en la región sureste de la Península. Gaspar Pacheco, junto con su hijo Melchor y su sobrino Alonso formaron una trilogía semejante a la de los Montejo y cuando el primero enfermó antes de terminar la Conquista, dejó a su hijo como jefe de la expedición. Estas campañas fueron las más sangrientas, crueles y difíciles de la conquista española en Yucatán.
Robert S. Chamberlain señala en el libro Conquista y colonización de Yucatán que los Pacheco enfrentaron una fuerte resistencia por parte de los indígenas, debido a sus excesos en el proceso de conquista. La capacidad de defensa, el clima agreste y la falta de alimentos llevaron a la desesperación a Melchor y Alonso, por lo que deliberadamente recurrieron a actos de terrible crueldad, como matar a un gran número de hombres y mujeres indígenas con garrote o lanzándolos a las lagunas, atados a una pesa, para que se ahogaran. También fueron utilizados perros salvajes para despedazarlos y fueron mutilados de manos, orejas y narices. Ya sometido Uaymil-Chetumal, Melchor Pacheco fue nombrado teniente de gobernador y fundó la villa de Salamanca de Bacalar, por órdenes de Montejo. Nombró a 20 vecinos para habitarlo y asignó en encomienda a los pueblos conquistados. Las expediciones militares comandadas por él continuaron y logró llegar hasta la región del Golfo Dulce. Estas acciones fueron cuestionadas por los frailes dominicos, quienes protestaron por las avanzadas de los soldados de Montejo, lo que iba en contra de la dominación pacífica que ellos realizaban en Verapaz. Melchor Pacheco dejó el gobierno de estas regiones en manos del Ayuntamiento de Salamanca de Bacalar, que nombró a Juan de Aguilar como su jefe militar para comandar la guarnición. Regresó a Mérida, ciudad de la que había sido fundador, y se casó con Ana Dorantes en 1558, con quien tuvo siete hijos. Los varones llevaron el apellido Pacheco y las mujeres el de Dorantes.
El fraile franciscano Lorenzo de Bienvenida escribió algunos años después una severa acusación, dirigida a la Corona española, en contra de los Pacheco y su campaña, donde refiere los desastrosos efectos en Uaymil-Chetumal, ya que algunas regiones densamente pobladas quedaron deshabitadas y muchos pueblos fueron abandonados. Como resultado de esta denuncia, la Corona ordenó que las crueldades de los Pacheco fueran investigadas.
Melchor Pacheco fungió en diversas ocasiones como alcalde ordinario de Mérida. En 1560, siendo miembro del cabildo de la ciudad, se recibió la cédula real de 9 de enero, donde el rey de España ordenaba que las provincias de Yucatán, Cozumel y Tabasco estuvieran sujetas a la Audiencia Real de la Nueva España y no a la Audiencia Real de los Confines. La cédula fue presentada por el vecino Melchor Herrera. En abril de 1578, junto con Diego de Santillán, Carlos de Arellano, Alonso Rosado, Antón Corajo y Juan de la Cámara, fue propuesto ante el rey por el gobernador Guillén de las Casas para ser regidor en propiedad, aunque la propuesta no recibió respuesta. Sin embargo, el gobernante hizo caso omiso y nombró de propia autoridad a 10 regidores interinos para suplir la falta de propietarios uno de ellos era Melchor Pacheco. En su calidad de encomendero de Hocabá, fue el encargado de escribir, en 1581, la relación de ese pueblo, cuando el Ayuntamiento de Mérida recibió la cédula real sobre la descripción de Yucatán, de 13 de febrero de 1579, y del cual era alcalde ordinario. La información debía obtenerse por medio de un cuestionario impreso que se repartió en los pueblos de españoles e indios y enviarse, lo más pronto posible, a España. El responsable de cumplir la comisión fue Martín de Palomar.