Telégrafo La instalación del servicio de telégrafos en Yucatán dio inicio por gestiones del comisario imperial José Salazar Ilarregui. El equipo y material necesarios fueron adquiridos en Europa por Manuel Rivera. En agosto de 1865 llegaron a Yucatán, procedentes de la Ciudad de México, los telegrafistas Francisco Ortiz, Miguel López e Ignacio Castillo. El primero, para trabajar como jefe de estación en la instalación del telégrafo de Mérida y los otros dos en Sisal. El primer poste para el Telégrafo Magnético, que comunicaría dichas poblaciones, se estableció en la Plaza de Santiago, en Mérida, el día 16 de julio de 1865.
La estación de Mérida se ubicó en los bajos de la casa de Darío Galera, en los cruzamientos de la calle 63 y 60, y el día 12 de noviembre de 1865 se llevó a cabo la inauguración de línea. Ese día se transmitieron los primeros mensajes telegráficos, en los que, además de celebrar el acontecimiento, se daba aviso de la llegada de la emperatriz Carlota a Sisal. La inauguración fue presidida por José Salazar Ilarregui.
Durante el gobierno de Benito Juárez, las líneas quedaron en propiedad del gobierno federal y comenzó la instalación de nuevos tendidos. En 1871, el gobierno de Yucatán tomó la iniciativa de abrir una escuela de telegrafía en el local del Instituto Literario, cuyas clases impartirían Francisco Morales Espinoza, constructor y director de líneas telegráficas. El presidente del Consejo de Instrucción Pública, Yanuario Manzanilla, destinó el local de la cátedra de física para la instalación de la escuela.
La segunda línea que se instaló en la Península fue la de MéridaTixkokob-Izamal, y en octubre de 1871 se inauguró la de Mérida-Tekak y la de Mérida-Acanceh. Ese año se estableció el servicio telegráfico entre Mérida y el nuevo puerto de Progreso. El 1 de febrero de 1872 inició sus transmisiones la línea Campeche-Calkiní y el 8 de junio de ese año la Calkiní-Mérida.
En 1874, con la ampliación de la línea Campeche-El Carmen-San Juan Bautista-Minatitlán, quedó establecida la comunicación entre Mérida y la Ciudad de México. En 1887 la Mexican Telegraph Company inauguró un cable submarino entre Coatzacoalcos y Campeche, con lo cual se estableció el servicio cablegráfico entre Yucatán y la Ciudad de México.
Para 1892, existían cuatro líneas telegráficas en Yucatán: la Línea de Oriente, con oficinas en Tixkokob, Motul, Izamal, Cenotillo, Espita, Tizimín y Valladolid. La Línea del Sur, con oficinas en Acanceh, Ticul, Tekax y Peto. La Línea del Centro, con oficinas en Sotuta, y la Línea de Hunucmá, con oficina en la villa. Desde 1892, Yucatán se comunicó con la estación telegráfica de Nogales, en el extremo norte de la República Mexicana.
El sistema de aparatos era americano con pilas Daniell y aisladores Pony, de vidrio con tornillo. El despacho promedio en la época era de 1,500 mensajes mensuales. La distancia recorrida por las cuatro líneas era de aproximadamente 500 km. Antes de finalizar el siglo XIX, todas las cabeceras de partido, menos Acanceh, se hallaban unidas por el telégrafo.
Debido a que la renovación del servicio telegráfico nacional resultó incosteable para la federación, el 8 de noviembre de 1885 pasaron a depender del gobierno de Yucatán todas las oficinas de telégrafos que existían en el estado, con excepción de las líneas a Campeche y a Progreso.
Ante la intensificación de la campaña contra los indios rebeldes, la federación ensanchó las Líneas de Oriente, prolongándolas hasta Puerto Morelos y conectándolas con las líneas sureñas. Cuando se intentó la recuperación del territorio ocupado por los mayas rebeldes se estableció la comunicación eléctrica entre Mérida, Santa Cruz y Puerto Morelos. En los terrenos de la zona de Tihosuco, avanzaron las líneas telegráficas hasta conectar Ichmul con la Línea del Sur. La red federal se extendió hasta la Bahía de La Ascensión, Bacalar y Santa Cruz, uniendo puntos estratégicos. Del puerto de Bacalar se tendió el alambre eléctrico para unirlo con el campamento de Zaragoza, base de operaciones de la Línea Oriente, antes de la ocupación de Bacalar. Con ello, la red telegráfica podía considerarse completa en todo el estado. Años después, la Compañía de Ferrocarriles Unidos de Yucatán tuvo instalaciones telegráficas en la mayor parte de sus estaciones.
De acuerdo con una ley promulgada el 13 de mayo de 1891, la Dirección General de Telégrafos pasó a ser dependencia de la recién creada Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Iniciado el siglo XX, el servicio telegráfico nacional pasó a manos de la federación.
En 1947, se instaló en Mérida el primer teletipo que la enlazó con la Ciudad de México. En 1948, este servicio sufrió una mejoría considerable al establecerse en la Ciudad de México la Central Transmisora con un sistema de radioteletipos. En el proceso de mejoramiento de las principales estaciones del país, la de Mérida fue considerada como de primera clase. El primer servicio de télex, transmisión de mensajes escritos a través de microondas, se estableció en la entidad en 1968. En 1997 este servicio fue trasladado a la Central de Telecomunicaciones, ubicada en la colonia Industrial-Fénix. Esta central alberga los servicios carrier, microondas, estaciones costeras y las radio monitoras de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. En la actualidad, el telegrama comparte espacios con el fax y el télex, servicios públicos que también presta Telégrafos Nacionales, Telenales. El fonotelegrama es otro de los nuevos servicios y comenzó a funcionar en la entidad desde 1994. A partir de 1993, inició en Yucatán la operación del nuevo Sistema de Giros Telegráficos, Sigitel, el cual funciona mediante una red de computadoras, lo que permite que el giro llegue a la administración de destino en 15 minutos.