Tortuga terrestre y dulceacuícola

Tortuga terrestre y dulceacuícola  De este tipo de tortuga existen en la Península especies de cuatro familias diferentes. A la de los kinostérnidos pertenencen los llamados pochitoques o casquitos, como Kinosternon creaseri, K. cruentatum y K. leucostonum. Son tortugas más bien pequeñas y su rasgo distintivo es que el peto o plastrón es amplio y tienen en las partes delantera y trasera segmentos movibles que se articulan con la porción central. Esto permite al animal cerrar su concha completamente y ocultar dentro de ella tanto la cabeza como la cola. Todas las especies de este grupo son parecidas por sus dimensiones y aspecto general, con el carapacho bastante convexo y de color amarillento. Las diferencias de coloración entre una especie y otra se observan esencialmente en el peto, la cabeza y las patas. Miden alrededor de 15 cm de longitud y son acuáticas. En la temporada de sequía, si escasea el agua, pueden permanecer largo tiempo inactivas y sin comer, ocultas bajo piedras, en cavidades de terreno y sepultadas en el lodo. Son omnívoras, aunque preferentemente carnívoras.

De la misma familia Kinosternidae, pero de diferente género y mayores dimensiones, es el gau o pochitoque de Veracruz, Staurotyphus triporcatus. Mide 30 cm de longitud y tiene una cabeza desproporcionadamente grande con relación al resto del cuerpo, lo cual le da el aspecto un tanto grotesco. Igualmente, a diferencia de las tortugas del género Kinosternon, no puede cerrar el plastrón, que es cruciforme y no abarca del todo la parte inferior. Es también de hábitos acuáticos y muy feroz. Al parecer, prefiere aguas turbias.

Los representantes de la familia Emidae son la jicotea o tortuga verde, Pseudemys scripta y las tortugas de tierra Geomyda areolata y Terrapene yucatana. La primera es de considerable tamaño y muy llamativa por su coloración. Alcanza casi medio metro de longitud total y 10 kg. Se le identifica fácilmente porque en la cabeza y las patas tiene franjas de intenso color amarillo o anaranjado sobre fondo verde, y en las placas del carapacho —que son prominentes— presenta manchas negras rodeadas de amarillo. Es sobre todo carnívora, aunque también come plantas y de hábitos completamente acuáticos. Su carne es comestible.

Las tortugas de tierra, en cambio, son casi exclusivamente terrestres, como indica su nombre común y bastante más pequeñas, con carapacho de 17 cm. A la especie Terrapene yucatana, se le llama también tortuga de caja porque, a semejanza de los pochitoques o casquitos, el ancho plastrón tiene charnelas elásticas a modo de bisagras para cerrar completamente la concha.

La tortuga blanca o aplanada, Dermatemys mawii, que también existe en la Península, es la única especie del único género de la familia de los dermatémidos. Llega a rebasar los 60 cm de longitud y tiene el carapacho aplanado. La cabeza es relativamente pequeña y las patas poseen amplias membranas reveladoras de sus hábitos acuáticos. Es apreciada por su carne blanca, firme y de buen sabor.

La llamada tortuga lagarto o mordelona, Chelidra serpentina, de la familia de los quelídridos, es una de las más conocidas y estudiadas debido a que tiene una extensa área de distribución que va desde los Estados Unidos hasta Centroamérica. Es también relativamente abundante. Al igual que todas las de esa familia, es de buen tamaño, con la cabeza voluminosa, el pico ganchudo y la cola desmesuradamente larga, con el carapacho aplanado y de bordes dentados. La cola tiene picos en forma de sierra. Es acuática, carnívora y tiene fama de feroz. Aunque carece de dientes, los duros y afilados bordes córneos de su hocico pueden ocasionar dolorosas lesiones a quien trate de cogerla. Alcanza hasta medio metro de longitud y 15 kg. Su carne es comestible.

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