Terno

Terno  Vestido de gala y variante del hipil yucateco, usado por las mujeres mayas de Yucatán. Su diferencia con respecto del hipil es que es más complejo en sus adornos, consta de más piezas y no es indispensable acompañarlo de rebozo. Según Carlota Mapelli (El traje indígena en México, 1968), se llama terno porque la cenefa se repite tres veces; otros dicen porque consta de dos fustanes y otros más, porque consta de tres piezas básicas. Conocido desde la época de la Colonia, comenzó a ser utilizado con mayor amplitud en la segunda mitad del siglo XIX, cuando la clase mestiza trató de diferenciarse de los indios que habían participado o simpatizado con los rebeldes mayas de la Guerra de Castas.

El terno consta de hipil, más largo que el original, recargado de cenefas decoradas y delicados olanes en su parte baja; de cuello sobrepuesto, una pañoleta cuadrada que toma forma del cuello del hipil cubre el pecho y la espalda y está cubierta de adornos también, y de dos fustanes, sujetados a la cintura, por debajo del hipil, y que se descubren bajo éste al tapar discretamente los tobillos; uno es completamente blanco y el otro, el que está encima del anterior, está cubierto de cenefas. Las mujeres acompañan el atuendo con rosarios y largas cadenas de oro soplado o filigrana, de las cuales penden monedas y crucifijos, con aretes de oro, peinado de zorongo adornado con lazos y zapatillas blancas de tacón bajo.

Los adornos de las cenefas y el cuello son básicamente diseños de flores bordados, por lo general, a mano. Fue en el terno, precisamente, donde se inició el bordado de motivos florales, pues antes, en los hipiles, sólo se utilizaban los motivos geométricos. Existe también el terno para novia, el cual es totalmente blanco y se complementa con un velo cuya longitud depende del gusto de la novia; este terno se hace de seda o de lino blanco.

En la actualidad, aunque el hipil está abandonándose rápidamente por prendas occidentales, el terno goza de cierta preferencia; muchas mujeres de clase media y alta de Yucatán consideran al terno como una buena prenda de vestir, sobre todo para eventos de carácter cívico o político.

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