Trinitarias

Trinitarias  En febrero de 1885, la Congregación de las hermanas Trinitarias fue fundada en Madrid, España, por Francisco de Asís Méndez y Casariego (1850-1924), y la madre Mariana Allsoop González y Manrique, (1855-1933).

El origen de la congregación se dio cuando el padre Francisco de Asís Méndez decidió, tras observar lo que las cárceles y hospitales ofrecían a sus moradores, fundar un instituto que diera albergue y educación religiosa a cuantos jóvenes llamaran a su puerta sin limitación ni condición alguna.

La Congregación de la Santísima Trinidad fue puesta bajo el patrocinio de la Virgen del Buen Consejo y de San José. La Congregación Trinitaria es de derecho pontificio; el decretum laudis fue expedido por la Santa Sede el 11 de abril de 1901. Las prácticas piadosas que cultivan especialmente las religiosas de esta congregación son: la misa, la meditación, guardia al santísimo sacramento, rezo del trisagio, lectura espiritual y otras más.

Su trabajo apostólico radica principalmente en atender escuelas de artes y oficios para jóvenes. Allí les enseñan un oficio con el cual pueden ganarse honestamente la vida y así integrarse a la vida social que les corresponde. Estas religiosas llegaron a México el 7 de octubre de 1925. La fundación fue solicitada por el cura Manuel Fernández del Campo S.J., y un grupo de damas católicas de aquel entonces. La primera obra que abrieron fue en Puebla, Puebla, el 24 de noviembre de 1925. Fue el Asilo de la Santísima Trinidad que se inició con seis jóvenes recogidos del Hospital General de la propia Puebla. De aquí se extendieron a la Ciudad de México, Cuernavaca y Mérida.

Las primeras religiosas que llegaron a Mérida el 13 de mayo de 1955, fueron María Auxilio Hernández en calidad de superiora y como auxiliares: María Luisa Gutiérrez, Mercedes Fernández Valencia, y Paz María Calvo Rubio. El establecimiento de las Trinitarias en Yucatán se debe al cura Carlos Molina, quien contó con la anuencia del arzobispo de Yucatán, Fernando Ruiz Solórzano, y el apoyo importante de la sociedad creyente.

En Mérida, las hermanas Trinitarias atienden la Casa Hogar para Jóvenes Luisa María Clar, ubicada en la calle 21 núm. 98 de Chuburná de Hidalgo. En este lugar se trabaja fundamentalmente para buscar, acoger, formar y evangelizar a las jóvenes expuestas a múltiples peligros y dificultades en la vida.

A partir de 1990, la organización trinitaria se plantea incluir a los laicos en el carisma trinitario y comienza a formar parejas y personas, quienes se encargan de organizar eventos de convivencia y formación donde participan los padres de familia, parientes y amigos de las jóvenes internas. En 1993, el Albergue Luisa María Clar contaba con 102 muchachas de las cuales 70 vivían en el internado y 32 en la residencia; posee un edificio de tres departamentos y una casa de 32 habitaciones. Actualmente, el albergue tiene un patronato donde la mesa directiva está formada por el doctor Raúl Cárdenas, presidente; Carlos M. Cárdenas, secretario; Álvaro Peón Regil, tesorero,y Eduardo Sánchez Tenorio, asesor en economía.

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