Recio Fernández, Enrique

Recio Fernández, Enrique  (1882-1927) Gobernador y político. Nació en la villa de Halachó, Yucatán. Fue hijo de José Recio Sánchez, oriundo de Camagüey, Cuba, y de Cristina Fernández, natural de Halachó, Yucatán. Cursó la primaria en la Escuela de San Sebastián, cuyo director era el profesor Mauro López. Ingresó al Instituto Literario del Estado, donde cursó la preparatoria, y posteriormente en la Escuela de Jurisprudencia donde tomó algunas materias de la carrera.

En 1909 se afilió al movimiento maderista y participó en el intento de derrocamiento del gobernador Enrique Muñoz Aristegui. El movimiento fracasó y fue encarcelado. Liberado durante el proceso revolucionario, se dedicó en 1911 a organizar a los obreros y trabajadores marítimos del puerto de Progreso y fundó para esta época la Asociación Obrera Francisco I. Madero, la cual se afiliaría posteriormente al constitucionalismo. Recio Fernández fue un cercano colaborador del general Salvador Alvarado durante su estancia en Yucatán, pues fue nombrado como primer presidente del Tribunal de Arbitraje creado por la ley del trabajo, constituida durante su gestión. Se desempeñó durante este período como comandante militar adscrito a las comandancias de Progreso, Izamal, Motul, Tekax y Mérida.

Fue electo representante del Partido Socialista Obrero en 1916, para asistir al Congreso Constituyente de Querétaro. Fungió como presidente municipal de Mérida para el período 1918-1919. Fue nombrado gobernador interino ese año, ante la licencia pedida para separarse de su cargo del entonces gobernador Castro Morales. Al celebrarse elecciones para diputados al Congreso del estado, alcaldes municipales y miembros del Ayuntamiento, los liberales ganaron prácticamente en todos los distritos, se apoderaron de la XXVI Legislatura del estado, la cual al entrar en funciones el primero de enero de 1920 acordó desconocer el decreto de noviembre de 1919 que declaraba gobernador interino a Recio Fernández, argumentando que éste no había rendido el informe anual obligatorio que todos los gobernadores deberían rendir ante la Legislatura en turno.

En junio de 1920, sin embargo, y por órdenes del entonces presidente de la República Adolfo de la Huerta, toma a su cargo nuevamente la gubernatura apoyado en el Congreso por los diputados socialistas derrotados en las elecciones. Esto ocasionó el disgusto del que hasta ahora había sido su amigo, Felipe Carrillo Puerto, quien a la postre lo expulsaría del Partido Socialista del Sureste. Días después de haber sido designado gobernador, el senado de la República desconoce los poderes locales y nombra como gobernador a Antonio Ancona Albertos, en lugar de Recio, quien dura en el cargo apenas una semana. Volvió a la escena política en 1921, cuando apoyó la candidatura de Alvarado para el período 1922-1926, pero después de realizadas las elecciones, desapareció de las actividades políticas de Yucatán. En 1923 fue nombrado oficial mayor del gobierno de Guanajuato y partió hacia esa ciudad este mismo año.