Rivero Trava, Miguel

Rivero Trava, Miguel  (1864-1942) Poeta, abogado y periodista. Nació y murió en Mérida, Yucatán. Hizo sus estudios en el Colegio Católico de San Ildefonso, en el Colegio de Enseñanza Primaria y Secundaria y tomó cátedras particulares con el licenciado José Dolores Rivero Figueroa. A partir de 1885, ejerció la profesión de abogado, hasta su muerte. Se inició en las actividades periodísticas y literarias en 1883, como redactor de la revista semanal El Amigo del País. Colaboró después en revistas y diarios locales como El Correo Literario, La Razón Católica, La Revista de Mérida, El Mosaico, Pimienta y Mostaza, El Heraldo Yucateco, La Verdad, La Revista de Yucatán, La Semana Ilustrada, Diario de Yucatán, Páginas Selectas y otros.

Con frecuencia utilizó el seudónimo de «Fernán Gil», mientras que en sus poemas satíricos y festivos utilizó el de «G. Mir Ruiseñor».

Entre su obra poética destacan: A los dedos de su mano; En la batalla de vivir; Para ti; Cuando el invierno es crudo; Alborada primaveral; A México, y A Mérida Yucatán.

A los quince años de su fallecimiento, apareció la compilación de su obra de poesía en un volumen denominado Perfiles poéticos. Antología poética, pertenecientes a la colección Ventana Yucateca, (volumen IV), editado en Mérida, por el escritor Víctor Suárez Molina, en 1957.

Además, destacan en su producción literaria estudios y comentarios sobre el arte y la literatura, remembranzas históricas, narraciones yucatecas de sabor folclórico, cuentos y novelas cortas.

Rivero Trava recibió varios premios en concursos de poesía efectuados en Mérida. En los juegos florales de 1922, los cuartos realizados en Mérida, fue galardonado su poema A Terpsicore, y en un concurso de sonetos también efectuado en Mérida mereció el primer premio por su soneto denominado Por tierras fragosas. Su poesía se caracteriza por un tinte arcaísta que no le resta belleza.

En el ejercicio de su profesión desempeñó los cargos de fiscal del Tribunal Superior de Justicia, y jefe del Ministerio Público del estado (1898-1902). Además, fue director general de instrucción, catedrático de la escuela de Jurisprudencia y Notariado por el término de 10 años. Catedrático de francés y literatura en los colegios donde hizo sus estudios preparatorios. Fue socio correspondiente en Mérida de la Academia Mexicana de Jurisprudencia y participó en las luchas políticas locales, afiliado al partido conservador.