Tunkul Antiguo instrumento de música maya. Estuvo todavía en uso, entre los descendientes de los mayas, durante la Guerra de Castas. El tunkul es un tronco hueco, semejante en su aspecto a las colmenas regionales denominadas corchos. Tiene una abertura de regular tamaño en uno de los lados, que sirve para dar resonancia al aparato y en el lado opuesto, dos cortes paralelos longitudinales y una ranura que une en la parte media a las dos paralelas en forma de H, resultando de este modo dos aspas o lengüetas en las cuales se golpea con dos palos o baquetas preparadas al efecto para lograr el sonido que puede escucharse a gran distancia. En ocasiones, una de las aspas es imperceptiblemente más corta que la otra y de menor espesor, con el fin de producir dos tonos de sonidos graves. Los mayas solían colocarlo sobre un entarimado de madera o cavar la tierra debajo del lugar en que estuviera colocado, con el objeto de lograr mayor intensidad en el sonido. Algunos destacados escritores describen el tunkul de esta manera: fray Diego de Landa: «y otro atabal de palo hueco con sonido pesado y triste, que tañen con un palo larguillo con leche de árbol puesto al cabo». Obispo Carrillo y Ancona: «El timbal yucateco (tunkul o tankul) es el instrumento más notable de la música americana, que acompañaba las danzas o bailes sagrados: el nombre maya de este noble instrumento nos revela hasta el carácter sagrado de aquellas fiestas, pues el nombre tunkul o tankul significa literalmente la hora o el acto de la adoración. Todos conocemos en el país el antiguo timbal o tunkul, pues su uso aún se conserva, si bien es cierto que no se maneja con la misma destreza de los antiguos mayas». Más completa y clara es la descripción que del tunkul maya hace el famoso cura de Yaxcabá, Bartolomé del Granado Baeza, en su interesante informe del primero de abril de 1813 en contestación al interrogatorio de 36 preguntas circulado por el ministro de Ultramar sobre las costumbres de los indios: «Es —dice— un madero sólido de figura redonda como una columna y regularmente de una vara de largo y un tercio o más de diámetro: tiene boca larga casi de extremo a extremo, por donde se ha cavado todo el centro hasta dejarlo en consistencia de una tabla: en la parte opuesta de la boca le forman dos alas cuadrilongas, que nacen de los extremos y se encuentran en medio con sólo dos palos cortos, cuyas puntas están cubiertas de una resina correosa que los hace saltar para no ahogar o confundir el sonido; éste es un gran retumbo que hace en la tierra y que se oye hasta dos leguas de distancia». Si el idioma maya es esencialmente monosilábico y onomatopéyico; en consecuencia, es evidente que la palabra tunkul es una corrupción de las verdaderas palabras mayas con que debió designarse este instrumento de música en la antigüedad, como ha ocurrido con otros nombres a los cuales los españoles añadían o suprimían letras para acomodarlo a su lenguaje. Sin embargo, ancianos mayas que radican en el este del estado y que recuerdan que este objeto era usual hasta fines del siglo XIX lo llaman con su nombre verdadero Tdun Kú. Como se ve, los españoles cambiaron la primera palabra por tun, debido a la dificultad que tuvieron para pronunciar a la peculiar manera de los nativos, y a la segunda palabra Kú le agregaron la letra L. La palabra Tdun significa sonido o mejor dicho sonido intermitente y Kú puede traducirse por nido, residencia, origen, Dios, procedencia, entre otros términos, por lo que la traducción literal de Tdun Kú sería, entonces: nido o residencia de sonido, lugar donde provienen o se originan los sonidos, instrumento de música religiosa, entre otras traducciones.