Turismo Trasladarse a sitios distintos al propio es una actividad tan antigua como la misma humanidad, viajar para conocer otros lugares y volver al propio ya es un concepto restringido, pero realizado por antiguos viajeros que tenían que resolver por sí mismos todos los problemas que ello implicaba. De eso al concepto actual que tenemos de lo que es turismo, hay una gran diferencia, ya que ahora constituye una importante rama económica sustentada por infraestructura adecuada que comprende disposiciones legales, agencias de viajes, transportes, hoteles, restaurantes, deportes, entretenimientos, visitas a sitios atractivos, preparación de personal, redes de información y propaganda, entre otros puntos. Por eso se llama «la industria sin chimeneas», por la derrama económica que origina, beneficiosa para cualquier país o región. Esta organización comenzó desde fines del siglo XIX.
Yucatán había sido visitado por numerosos viajeros en distintas fechas, atraídos por las ruinas mayas, pero en 1905 un empresario estadounidense, William P. Young, inició la promoción turística hacia el estado. Organizó en Mérida la Sociedad de Excursionistas a las Ruinas de Yucatán; de la cual formaron parte también el ingeniero David Casares, Luis S. Carranza, José Rafael de Regil y Alonzo Escalante; tenía una oficina en Progreso y conexiones con agentes de turismo en México, La Habana, Cuba, y numerosas ciudades de EUA y Canadá; ofrecía visitas a varios sitios de la entidad. Su actividad duró algunos años y se suspendió por la Revolución.
En 1921, se creó en Yucatán la primera empresa turística mexicana en el país, fundada por Francisco Gómez Rul con el nombre de Compañía Impulsora del Turismo a las Ruinas de Yucatán cuya base legal fue el decreto expedido ese año por la Legislatura local sobre el fomento, desarrollo y explotación del turismo en Yucatán. Gómez Rul elaboró y publicó la primera guía turística en inglés, llamada Hand Book of Yucatan, con amplia y útil información. Entre sus propósitos estaba el de estrechar lazos entre las naciones del área maya. En 1922, se cambió el nombre y adoptó el de Asociación Conservadora de los Monumentos Arqueológicos de Yucatán, de la cual era presidente honorario el gobernador Felipe Carrillo Puerto y fundadores el propio Gómez Rul, Felipe G. Cantón, Rogelio Suárez, Gonzalo Cámara Zavala, Enrique Manero, Julio Rendón y otros. En ese año, su principal logro fue la construcción del camino entre Dzitás y Chichén Itzá. Las actividades decayeron en 1924 por la muerte de Carrillo Puerto y más en 1926 al fallecer Gómez Rul, pero su yerno Fernando Barbachano Peón, poco después continuaría con esta labor; cambió el nombre de la empresa a Mayaland Tours y acudía al puerto de Progreso cada vez que llegaban barcos, para ofrecer a los viajeros la visita a las ruinas de Chichén Itzá; impartía pláticas, mostraba fotos y repartía material impreso; el viaje se hacía por tren hasta Dzitás y luego en automóvil se les transportaba a las ruinas, donde él mismo servía de guía. Dado que la hacienda Chichén estaba ocupada por el personal de la Carnegie Institution que trabajaba en las ruinas, Barbachano obtuvo autorización para construir un hotel.
A partir de 1927, inició una intensa promoción en los Estados Unidos de América, para lo cual hacía frecuentes viajes y enviaba folletos e información; obtuvo para su empresa la representación de la American Express Co., estableció acuerdos con las compañías navieras Ward Line, Munson Line y otras; en 1930 inauguró el hotel Mayaland en Chichén; ayudó al Gran Hotel de Mérida para que tuviese baño privado en cada habitación. En 1932, obtuvo la representación de la gran empresa de viajes Wagons Lits-Cook. En 1936, abrió una oficina en la Ciudad de México y después de la inauguración de la carretera panamericana inició la primera operación de transportación en automóvil con guía entre San Antonio, Texas, y la Ciudad de México. En esta época también realizó los tours de turismo en masa al lograr que todos los personajes del buque Silver Star, que cada semana tocaba Progreso, pudieran visitar Mérida y Chichén Itzá en un solo día y retornar al buque; esto fue posible pues ya la carretera a Chichén estaba en uso y podía contratar una flotilla de 100 o más automóviles. La incipiente industria turística se vio obstaculizada por la Segunda Guerra Mundial, (1939-1946). En esos años, sin embargo, se mejoró la infraestructura, pues en 1942, con el apoyo de empresarios, se inauguró el moderno Hotel Mérida; en 1944 la Mayaland Tours cambió su nombre a Barbachano Travel Service, que adquirió prestigio internacional; en 1945 el propio Barbachano fundó la primera escuela de guías de turismo que hubo en Yucatán y en 1947 el que había sido gerente de la empresa mencionada, Felipe Escalante Marín, decidió fundar su propia agencia de viajes con el nombre de Yucatan Trils.
Pasada la guerra, se reanudó el movimiento turístico. En 1948, se expidió la Ley Federal de Turismo; en 1952, el gobierno estatal estableció cursos de capacitación para los choferes-guías y en 1955, se abrió la Academia de Capacitación para Guías de Turismo, bajo la dirección del licenciado Jaime Orosa Díaz, con cursos de 10 meses; estuvo luego en receso poco tiempo y fue reorganizada en 1964, como dependencia del Departamento de Educación Pública del Estado con cursos de dos años. En 1955, el gobierno federal designó a Manuel Cirerol Sansores para hacerse cargo de la oficina de turismo en Mérida, que dependió del Departamento de Migración de la Secretaría de Gobernación. En 1957, se inauguró una tercera agencia de viajes con el nombre de Colón Travel Bureau. En 1959, el titular de la oficina federal de turismo era Frank Vallado Peniche. Debido a la enfermedad de Barbachano Peón, en 1964, su hijo Fernando Barbachano Gómez Rul se hizo cargo de la empresa; en 1966, fundó Aéreo-Maya, que fue la primera línea aérea turística, unió a 28 ciudades del país; diseñó los Viajes Todo Pagado (VTP), que también utilizaron otras líneas aéreas y fundó agencias en varias capitales europeas para canalizar a Yucatán a los turistas del Viejo Mundo. En 1974, el gobierno federal creó la Secretaría de Turismo Sectur; ese año se clausuró la Academia para Guías Turísticos, de los cuales apenas había 180 en la entidad; con tal motivo, en 1975 el Instituto Tecnológico de Mérida implantó el curso de técnicos en turismo y poco después el Colegio San Agustín hizo lo mismo.
En 1980, se crearon la Delegación Federal de Turismo y el Departamento Estatal de Turismo; en 1981, se implantó la licenciatura en administración de empresas turísticas; en 1982, la oficina central de Barbachano se trasladó a Miami quedando la de Mérida como sucursal. En 1985, la Universidad del Mayab implantó la licenciatura en administración de empresas turísticas. En 1987, el gobierno del estado decretó la creación de un patronato que, por acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, se encarga de la administración de los sitios turísticos (zonas arqueológicas, grutas, conventos, entre otros); es un organismo público descentralizado llamado Cultur.
Para ilustrar el desarrollo turístico en Yucatán, cabe señalar que en 1929 llegaron 186 turistas, en 1955 fueron 21 400 y en 1998 ascendió a más de un millón. Actualmente hay 60 agencias de viajes.