Ruz Lhuillier, Alberto  (1906-1979) Arqueólogo e historiador. Nació en París, Francia, y falleció en Montreal, Canadá. Sus primeros estudios se vieron interrumpidos por efecto de la Primera Guerra Mundial (1914-1918); terminada ésta pudo continuar y de 1921 a 1923 estudió en la Escuela de Comercio de París. En 1926, la familia se trasladó a Cuba, de donde era originario su padre. Ingresó a la Universidad de La Habana, donde estudió durante 1933 y 1934. En 1936, se radicó en México, donde adquirió la nacionalidad mexicana. En 1939, ingresó a la Escuela Nacional de Antropología y en 1942 obtuvo la licenciatura en arqueología; en 1945 terminó la maestría y en 1965 el doctorado en esta disciplina. Desde 1940 comenzó a trabajar en el Instituto Nacional de Antropología e Historia; poco después obtuvo una cátedra en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y luego fundó y dirigió el Centro de Estudios Mayas de la Universidad. Sus trabajos de campo los inició desde 1942 en Monte Albán al lado de Alfonso Caso; en 1943 y 1944 viajó a Campeche para explorar los vestigios mayas en varios sitios de la costa y hacer estudios lingüísticos, fruto de lo cual fueron sus primeros trabajos publicados en 1944: La escritura indígena: el Códice Baranda y Extensión geográfica del dialecto maya-chontal, y en 1945, Campeche en la arqueología maya y Arqueología maya: trayectoria y metas. De 1949 a 1958 fue su época más fecunda de trabajo de campo, haciendo temporadas en Uxmal, donde participó en la reconstrucción de varios edificios y en Palenque, donde dedicó especial atención al Templo de las Inscripciones, lo que le condujo a descubrir en 1952, la famosa tumba de un alto dignatario. Las experiencias y conocimientos adquiridos los plasmó en dos libros: La civilización de los antiguos mayas, 1957, y Los mayas, 1969, en los cuales precisó la delineación de los estilos Río Bec y Chenes; la cual constituyó otra interesante aportación a la arqueología maya. De 1977 a 1979 desempeñó el cargo de director del Museo Nacional de Antropología. En 1979, publicó otro libro: Chichén Itzá en la historia y en el arte. En 1950, fundó la revista Estudios de Cultura Maya, donde recopilaba y daba a conocer trabajos propios y muchos ajenos sobre el tema. La muerte le sorprendió durante el Congreso Internacional de Americanistas al que había asistido y, por propia disposición expresa, sus cenizas fueron depositadas cerca del Templo de las Inscripciones, en Palenque. Después de fallecido, en 1981, se publicó la obra El pueblo maya, que constituye una síntesis de su larga trayectoria de investigador. Además de las obras mencionadas, escribió muchos trabajos que se publicaron en revistas nacionales y extranjeras. Perteneció a muchas sociedades relacionadas con su profesión.