Títeres  Al igual que el teatro de actores, el teatro de títeres puede representar cualquier género, ya sea comedia, drama, tragedia o farsa. El teatro de títeres tiene la virtud de satirizar sin lastimar, ya que es menos probable que el público se identifique con un muñeco.

Los títeres se clasifican en: marionetas, si son manejados a través de hilos; guiñoles, si son manipulados a través de la mano; títeres de vara, en donde aparece el actor en escena y porta al muñeco entre manos; el mopet, movido con técnica mixta; la técnica japonesa o bunraku, en la cual el títere se maneja a través del cuerpo del titiritero y la técnica rusa, que consiste en portar al muñeco arriba de la cabeza del actor.

Entre las compañías de titiriteros más conocidas de Mérida figuran la del Grupo de Títeres Papagayo, de Ariel Méndez; la Compañía de Títeres Animación, de Tito Díaz Góngora y Ana Lozano Peza.

Mención aparte merece la compañía de títeres de Wilbert Herrera, mejor conocida como Titeradas, dedicada a recrear y difundir artísticamente la cultura propia local con su teatro regional de títeres, en donde su estrella principal es conocida como «Lela Oxkutzcaba», mestiza de carácter fuerte, pero noble, y el gato «Chereque», encarnando a un mestizo, eterno enamorado de «Lela».

Con el concepto de que los títeres son una herramienta poderosa en la formación del ser humano y como tal tienen la misión de enviar a través de su presencia un mensaje que perdure para siempre, en 1995, el Consejo Nacional de Fomento Educativo, Conafe, incluyó dentro de sus programas educativos, el sistema de teatro de títeres en las comunidades rurales de Yucatán, para hacer más didáctica la enseñanza.

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