Tétanos  Padecimiento tóxico-infeccioso agudo no transmisible causado por un bacilo, Clostridium tetani, productor de esporas que pueden permanecer viables algunos años en el medio ambiente, sobre todo estiércol y tierra; el bacilo es huésped normal del tubo digestivo del ganado caballar, siendo éste su reservorio. La infección se realiza a través de heridas o quemaduras contaminadas con tierra o estiércol que contengan el bacilo o sus esporas; después de una incubación de 4 a 12 días, libera una toxina, la tetanopasmina, que es la causante del cuadro clínico, caracterizado por un estado de contractura y accesos convulsivos clónicos de los músculos estriados, acompañados de fiebre alta; la muerte sobreviene por asfixia y agotamiento cardíaco. En el tétanos neonatal, la sintomatología se inicia 2 o 3 días después del nacimiento, presentándose dificultad para la succión, fiebre y espasmos musculares; en estos casos, la infección se debe a la contaminación del cordón umbilical. La prevención consiste en aplicar toxoide tetánico a la madre en su último trimestre de gestación y emplear materiales asépticos para cortar el cordón. En los niños entre 3 meses y 5 años se emplea la vacuna triple DPT (difteria, pertussi, tétanos); después de esa edad se utiliza el toxoide tetánico solo. En casos de grandes lesiones contaminadas con tierra, está justificado el empleo de antibióticos como profilácticos. Ya iniciada la enfermedad, el tratamiento se hará siempre en alguna clínica. En Yucatán, antes de las campañas de vacunación con DPT, iniciadas en 1957, se registraban entre 40 y 80 casos de tétanos al año, pero a partir de 1973 ha ido descendiendo; en esta década se registraron entre 10 y 15 casos anuales, de los cuales la mitad es en recién nacidos.

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