Telar (El)  Fábrica de hilos y tejidos que se ubicó sobre la calle 50 sur Mérida; funcionó durante la segunda mitad del siglo XIX. Fue fundada por Juan Antonio Urcelay Peniche, quien más tarde, en 1869, adquirió La Constancia, otra importante fábrica con ese mismo giro. La producción del El Telar conoció su mejor época cuando la Guerra de Secesión en los Estados Unidos, pues le permitió exportar sus productos y aumentar su capacidad productiva. En la fábrica se elaboraban mantas, mantadriles, manta cruda, hilos, pabilos, también telas listadas y una amplia variedad de cotines. Los productos eran comercializados en Mérida por las lencerías de Ramón Aznar, Gregorio Milán, Sergio Padrón, Francisco Álvarez Galán, entre otros. La fábrica, que funcionaba con máquina de vapor, tenía por obreros tanto hombres como mujeres, incluso menores de edad. Con frecuencia laboraban familias completas, y parte de la manufacturación la realizaban las señoras en sus propios domicilios.

Los problemas de abastecimiento, el abandono del cultivo de algodón en Yucatán y los altos aranceles manejados en el puerto de Progreso, obligaron al propietario a cerrar la fábrica probablemente una década antes que concluyera el siglo XIX, cuando también se cerró La Constancia. En el mismo sitio de El Telar, se instaló, durante el gobierno del general Salvador Alvarado, la Imprenta Constitucionalista, encargada de imprimir el periódico La Voz de la Revolución.

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