Ta-Pok Nombre maya yucateco del juego de pelota prehispánico, con implicación religiosa, por lo que se consideró un juego ritual; aunque con el paso del tiempo fue perdiendo este carácter. El mito que lo involucra se refiere a la época primigenia de creación de los dioses, en el que la deidad Uno y Siete, fertiliza a la Tierra; este mito está relatado en el Popol-Vuh y a Jun-Vucub Aj-Pu se le representa en lápidas y frisos como un cuerpo decapitado del que salen 7 serpientes, lo cual puede verse en el juego de pelota de Chichén Itzá, en Tajín, por ejemplo. El nombre del juego es Tajimal en tzeltal, Tarán duni en purépecha, Pa-jon en chortí. La pelota se llama pok, en yucateco; se confecciona con la resina de Castilla elastica, familia moráceas llamada kik-che, en yucateco; ule en chortí y cahuchu en quéchua, aunque en Suramérica eran más abundantes los géneros Hevez y Hancarina, de otras familias. El campo de juego, llamado kamel-pok, en yucateco y nim-xob-carchaj, en chortí, era de dimensiones muy variables, pues los había chicos y grandes aun en una sola localidad, aunque generalmente sólo había uno; el más grande de América es el de Chichén Itzá, que tiene 163 m de largo; los muros laterales por lo común eran verticales, pero también había inclinados, como el de Copán; en los muros, a cada lado, había empotrado un anillo de piedra en forma vertical, por cuya abertura debía pasar la pelota. Los jugadores eran varios por cada bando; llevaban un equipo que incluía cueros para el cuerpo, máscara, rodillera y guante. Este juego se practicó en toda la extensa zona maya.

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