Don Bullebulle

Don Bullebulle  (1847) Periódico burlesco y de extravagancias, redactado por una sociedad de bulliciosos. Se publicó en Mérida desde mediados de abril a diciembre de 1847. Fue el primer periódico totalmente humorístico editado en la historia de la imprenta en Yucatán, y fue también el primero en ser ilustrado con grabados. Apareció en dos tomos, uno con 265 páginas y el otro con 274. El primero consta de 16 entregas y el segundo de 17, y fueron dirigidos, respectivamente por José García Morales y Gabriel Vicente Gahona «Picheta». Gahona fue el encargado de ilustrar ambos tomos. De hecho, este artista se dio a conocer, en su condición de grabador, en las páginas de dicho periódico. Los redactores en turno suscribían sus trabajos con ingeniosos seudónimos, como Fabricio Niporesas (José García Morales), Nini Moulin (Fabián Carrillo Suaste), Genovevo Palasuya (José Antonio Cisneros) y otros no identificados. Entre estos últimos figuran Federico Mendirola y fray Cleofas Pepín. Los demás colaboradores utilizaron los sobrenombres de Juan Puntiagudo, Querubín, Marco Bomba, Mingo Revulgo, Crispín, Gringorio, Rito Samuel, Chepito, Maclovia Orosús, Agapito y otros. El humorismo que caracterizó a esta publicación llegó a incomodar al gobierno a tal punto que intervino, por medio de amenazas, para que dejara de editarse, lo cual finalmente sucedió a fines de 1847. A propósito de estos acontecimientos, en el último número de Don Bullebulle aparece una caricatura que representa al propio gobernador encabezando los funerales del periódico. La suscripción al periódico fue de un real y medio por cuaderno. Fuera de Mérida los encargados de la distribución fueron: Miguel Eraz Quin, Campeche; Bernabé Escalante, Tekax; Felipe Alcalá, Izamal; Francisco Rojas, Peto; Justo Acevedo, Carmen; Juan P. Talavera, Ticul; Joaquín Morales, Sisal; Ángel Rosado, Bacalar; Victoriano Moreno, Motul; José Menéndez, Hunucmá; Pedro José Hurtado, Bécal; Pedro M. Pasos, Hecelchakán; Florencio Ricalde, Hopelchen. En la Hemeroteca José María Pino Suárez se encuentra empastado y completo el tomo segundo de esta obra.

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