Diabetes Mellitus

Diabetes Mellitus  Enfermedad crónica debida a una alteración funcional del páncreas. Es una enfermedad antigua que posiblemente se inició cuando el hombre modificó sus hábitos alimenticios con el descubrimiento de la agricultura y el mayor consumo de hidratos de carbono. La primera mención de ella está en los libros de medicina chinos del año 1500 a. C.; el conocimiento pasó después a la India y llegó a Grecia, donde fue estudiada por Hipócrates. En América era conocida y mencionada en textos mayas, náhuas y quechuas, antes de la llegada de los españoles. En 1921 se descubrió la insulina, lo que motivó un gran avance en su tratamiento y en la concepción fisio-patogénica. Se consideran factores de riesgo: la herencia (90%) y la obesidad (10%). En Yucatán el 54% de la población se clasifica como obesa. Los síntomas iniciales son: sed excesiva (polidipsia); micción frecuente (poliuria); continua necesidad de comer (polifagia); fácil fatiga; pérdida de peso; visión borrosa ocasional; dificultad para cicatrización; infecciones en encías y vejiga; somnolencia; cosquilleos o adormecimientos en pies y manos; comezón o prurito en la piel. Cuando la enfermedad avanza, se presentan síntomas más severos y complicaciones tales, como la retinopatía que puede presentarse en el 80% de los casos y terminar en ceguera; lesiones vasculares en extremidades inferiores que obligan a efectuar amputaciones; neuritis diversas; alteraciones renales y cardíacas y el mismo coma hiperglucémico, que conducen a la muerte. Se considera pre-diabética a la persona que presenta alteración en la prueba de tolerancia a la glucosa, lo cual ocurre en el 15 a 20% de la población aparentemente sana. Se considera diabética a la persona que presente más de 200 mg de glucosa en sangre en varias ocasiones.

Desde el punto de vista de su tratamiento, la diabetes se ha dividido en dos tipos: el tipo I, dependiente de la insulina, grupo que antes se denominaba diabetes infantil y juvenil, pero que no es exclusivo de estas edades y donde el problema radica en que no producen insulina debido a una causa viral o inmunológica que afecta a las células beta del páncreas. El tipo II es el que no depende de la insulina porque se estimaba que sí se producía, aunque poco; no obstante, recientes estudios sustentan que no es por insuficiencia de producción de insulina en el páncreas sino una resistencia periférica del organismo a la acción de ésta. Este tipo es mucho más frecuente que el anterior. El tratamiento incluye la administración de insulina a los que la requieran, que generalmente es inyectable, aunque se experimenta con la implantación de pastillas de lenta desintegración y con la administración oral. Para el tipo II es común ahora el uso oral de pastillas llamadas hipoglucemiantes, a base de diversas sustancias químicas. Hay también tratamiento quirúrgico, llamado xenotrasplante, consistente en el trasplante de células beta sanas, ya sea de cerdo o humanas. La base principal es el control dietético, o sea la reducción de la ingesta de carbohidratos, especialmente de la sacarosa y de las sustancias grasas. En Yucatán, la diabetes constituye un problema de salud pública, pues el 11.7% de la población la padece, por lo que se estima que hay una prevalencia de 75,000 casos en Mérida y 180,000 en el estado y una incidencia de 2,300 casos nuevos al año. La mortalidad fluctúa alrededor de 250 defunciones al año por lo que la tasa de 22.0 por 100,000 habitantes es una de las más altas de la República y está entre las principales causas de defunción en el estado. Para instruir debidamente a los enfermos controlados y a sus familiares, las instituciones promueven la formación de clubes de diabéticos. Además, el Club Rotario de Mérida fundó la Escuela para Diabéticos.

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