Díaz de la Vega, Rómulo (1804-1877) Militar nacido en la Ciudad de México. Perteneció a las filas del llamado Ejército Trigarante. Combatió a los franceses en la denominada Guerra de los Pasteles y participó en la lucha contra la invasión estadounidense en 1846 y 1847. En febrero de 1851 fue designado comandante general del departamento de Yucatán, en sustitución del general Manuel Micheltorena, quien ocupaba el cargo desde el año anterior. Miguel Barbachano gobernaba la entidad en aquellos días. Atendiendo la necesidad de someter a los mayas sublevados en la denominada Guerra de Castas, Díaz de la Vega decidió dividir la guardia nacional del estado en móvil y sedentaria. La primera modalidad correspondía para aquellos soldados que habrían de permanecer activos, protegiendo las poblaciones e incursionando en el terreno de los adversarios. Esta guardia recibió el nombre de División Vega, y constaba de tres brigadas. Las compañías que formaban la guardia sedentaria eran retiradas a sus respectivas localidades, aunque sin dispersarse por completo, ya que podían servir de relevo. Con el propósito de emprender dicha reorganización militar, Díaz de la Vega se trasladó a Peto en agosto de 1851 para establecer su cuartel general. Ahí confluyeron los batallones que se hallaban en campaña y que fueron distribuidos según lo que se había acordado. Este personaje restableció, poniéndose de acuerdo con el gobernador Barbachano, las comisiones eclesiásticas para establecer diálogo con los sublevados. Dichos organismos fueron conformados prácticamente por los mismos individuos que participaron en las comisiones anteriores, entre ellos el cura José Canuto Vela. Cuando en el mismo año de 1851 se efectuó la elección de diputados al Congreso Federal, el comandante general logró conciliar los intereses de los grupos políticos en pugna, de tal modo que entre los electos figuraban cinco individuos identificados con el gobernador Barbachano, tres con Santiago Méndez y dos sin manifestar alguna preferencia definida, además de otros dos que se consideraron partidarios del propio jefe militar.
En 1852, Díaz de la Vega organizó otra incursión en el campo de los sublevados. El 24 de febrero llegó con sus hombres a Chan Santa Cruz y se apoderó de esta población. Después de capturar algunos prisioneros, se trasladó a Bacalar, donde los soldados descansaron unos cuantos días, hasta que a fines de abril regresaron al cuartel general en Peto. Ese mismo año, como consecuencia del Plan de Jalisco proclamado el 13 de septiembre, Mariano Arista fue desconocido como presidente de la República, ocupando su lugar Antonio López de Santa Anna. Los adversarios del gobernador Barbachano se adhirieron a dicho Plan y lograron que abandonara el cargo, siendo sustituido por el vicegobernador Crescencio José Pinelo. En agosto de 1853, Díaz de la Vega tomó posesión de la gubernatura de Yucatán después de haber sido designado como tal por Santa Anna. Durante su gestión, los partidarios de Barbachano se levantaron en armas, encabezados por los coroneles Manuel Cepeda Peraza y Sebastián Molas. Sin embargo, los insurrectos fueron derrotados por las tropas de Díaz de la Vega. Éste había impreso una circular en la que ofrecía 500 pesos a la persona que entregase a Cepeda o a Molas. El primero pudo embarcarse a Estados Unidos de América, pero Molas fue capturado y fusilado. Díaz de la Vega permaneció en el cargo hasta el 22 de noviembre de 1854. Al siguiente mes, Santa Anna lo ascendió a general de división, por su desempeño en la campaña contra los mayas. Pasó a Tamaulipas como gobernador y comandante militar. Murió en Puebla bajo muy precarias condiciones económicas.