Diego el Mulato Sobrenombre con el que fue conocido un famoso pirata nacido en La Habana, Cuba. Los primeros años de su vida los pasó en Campeche. Con el curso del tiempo, según Tomás Gage, tras recibir malos tratos de parte de las autoridades de esa villa para las que trabajaba, decidió embarcarse con el propósito de cambiar su situación. En el mar se encontró con algunos buques tripulados por holandeses a quienes se entregó, jurándoles fidelidad. Condujo a los hombres que, a bordo de 10 navíos bajo la dirección del pirata conocido como Pie de Palo, atacaron Campeche el 11 de agosto de 1633. Si bien se solicitó apoyo a las autoridades de Mérida para enfrentar el ataque, éste fue tan repentino que se consumó antes de que pudiera llegar la ayuda. El capitán Domingo Galván Romero estuvo a cargo de una de las trincheras que se levantaron para la defensa de la plaza. En la refriega murió Galván, al igual que algunos de sus soldados. Según López de Cogolludo, cuando Diego el Mulato vio el cadáver del capitán se sintió muy impresionado, ya que el fallecido personaje había sido su padrino de bautizo. Durante el ataque, Diego el Mulato trató de localizar al capitán Domingo Rodríguez Calvo con la intención de mutilarlo, pues durante su anterior estancia en Campeche había sido maltratado por el militar. En 1636 Diego el Mulato brindó protección a Isabel Caraveo, viuda de Fernando Centeno Maldonado, quien había sido destituido de su cargo de gobernador de la provincia de Yucatán. Dicha señora se había embarcado rumbo a Veracruz, pues su marido falleció días antes en Hecelchakán. El barco fue abordado por los piratas y sus tripulantes hechos prisioneros, entre ellos la señora Caraveo. Cuando Diego el Mulato, quien dirigía a los atacantes, supo de la presencia de la viuda, le asignó una guardia personal que la puso en libertad cerca de Campeche. En abril de 1636, siete buques bajo el mando de Diego el Mulato se aproximaron al puerto de Sisal con el propósito de apoderarse de él, pero las autoridades coloniales se apresuraron a defenderlo, lo cual hizo desistir a los piratas. Sin embargo, éstos apresaron una nave española que poco tiempo antes había hecho desembarcar en Dzilam a Diego Zapata de Cárdenas, marqués de Santo Floro, a quien el rey había nombrado gobernador de Yucatán. En noviembre de 1642, Diego el Mulato emprendió el saqueo de la villa de Salamanca de Bacalar, después de haber hecho lo mismo en las costas de Honduras. A partir de entonces, los piratas llegaron a acosar con tanta frecuencia la referida villa, que sus habitantes decidieron trasladarse tierra adentro, a un pueblo llamado Pachhá.