Deporte prehispánico Dentro de este enunciado se debe comprender algunos juegos y las actividades que conocemos como deportivas. Los niños jugaban correteándose o disparándose con pequeños arcos y flechas; Se han encontrado algunos juguetes con ruedas. Hay representaciones o corros agarrándose las manos, así como de «guerritas de dos bandos», con figuras y una pelota pequeña como proyectil. También se jugaban suertes con granos de maíz o con piedrecillas alisadas como dados, con marcas. Los adolescentes y jóvenes practicaban el boxeo, los juegos acrobáticos, las carreras y los ejercicios con armas. En las danzas religiosas sólo participaban los hombres, aunque había una especial con zancos, para las mujeres de cierta edad; igual sucedía en las danzas de gremios. Las representaciones teatrales eran realizadas por hombres maquillados o disfrazados. El gran juego religioso de pelota se implantó algunos siglos antes de nuestra Era, necesitando un sitio especial para ello, con muros a los lados, donde se adosaban anillos de piedra. Se jugaba con una pelota de caucho o hule, que por ser dura obligaba a que los jugadores usaran algún equipo de protección, como guantes, rodilleras, máscara y cueros para el cuerpo. En el Popol-Vuh están consignados los detalles relativos, incluyendo el partido que los gemelos divinos juegan y pierden contra los señores del inframundo, resultando que a uno de los gemelos, Hunahpú o sea el sol, le cortan la cabeza y la colocan en un árbol de jícaro. Este mito está representado en un friso del juego de pelota de Chichén-Itzá. Este juego, llamado pok-ta-pok se extendió en toda el área maya.