Derecho La Compañía de Jesús fundó en Mérida, en 1618, el Colegio de San Francisco Javier, al cual por Cédula Real y Bula Pontificia se le otorgó, en 1624, la facultad de conferir grados académicos y se elevó a Real y Pontificia Universidad. Se abrieron las cátedras de humanidades, filosofía y teología y hasta 1759, con la llegada a Mérida del jesuita veracruzano Francisco Javier Alegre, se constituyó la primera cátedra de cánones en ambos derechos que hubo en Yucatán. En 1764 se hizo cargo de la cátedra el padre Agustín Pablo de Castro, y el primer profesor que impartió la disciplina fue el abogado Manuel de Villanueva, asesor del capitán general de la provincia y más tarde oidor de la Real Audiencia de Guatemala. La Universidad fue cerrada en 1767 cuando la Compañía de Jesús fue expulsada de los dominios americanos de la Corona Española. Años más tarde, en 1802, al llegar a Yucatán el señor Estévez, introdujo trascendentes reformas en los planes de estudio del Seminario Conciliar de San Ildefonso, fundado desde 1751. Instituyó la cátedra de derecho canónico que encomendó al doctor Juan María Herrera y Ascaró, jurisconsulto de la Cancillería de Granada. En tanto, los franciscanos impulsaron en 1812, en el Convento de San Francisco, la cátedra de derecho constitucional. Por decreto de 21 de septiembre de 1823, el Augusto Congreso de Yucatán estableció una cátedra de derecho público constitucional en el Colegio de Mérida y una de derecho natural en el de Campeche, que se impartirían de manera gratuita.
En 1824, también por decreto del Congreso, se fundó la Universidad Literaria, adscrita al Seminario Conciliar de San Ildefonso y al año siguiente se aprobó el plan de estudios de derecho civil y canónico «para obtener grados literarios en ambas facultades y la licencia de abogar». Con la llegada a Yucatán del religioso español proveniente de Cuba, Domingo López de Somosa, se constituyó la Escuela de Jurisprudencia, entre 1827 y 1828, en la propia Universidad Literaria, por ello se le considera el verdadero fundador de los estudios jurídicos en el estado. Posteriormente, en 1849, se creó la Academia de Ciencias y Literatura, la cual también impartió la cátedra de derecho en sus diferentes modalidades y en el Colegio Civil Universitario (1862) fue aún más amplia su enseñanza. Luego de la restauración de la República, el general Manuel Cepeda Peraza fundó el Instituto Literario del Estado, establecimiento de enseñanza superior que empezó a funcionar el 15 de agosto de 1867 y que ocupó el edificio donde operó el antiguo Colegio de San Pedro. Se integró con diversas escuelas, entre ellas la Especial de Jurisprudencia y Notariado, siendo su primer director Olegario Molina. La ley de 30 de junio de 1869, organizadora de la instrucción pública en el estado, dio existencia legal, vida propia e independiente a la Escuela de Jurisprudencia del Estado, que se mantuvo en las instalaciones del Instituto Literario, y su primer director fue José Jesús Castro.
En 1870, al crearse la cátedra especial de notariado anexa a la Escuela, hizo que se le denominara Escuela de Jurisprudencia y Notariado hasta la expedición del decreto del 14 de octubre de 1909, por medio del cual quedaron suprimidas las cátedras relativas al notariado, y la Escuela retornó a su nombre original. El 25 de febrero de 1922, durante el gobierno de Felipe Carrillo Puerto, la XXVII Legislatura del estado decretó la creación de la Universidad Nacional del Sureste, siendo designado José Carrillo Torre como director de la Facultad de Jurisprudencia. Dieciséis años después, el 5 de noviembre de 1938, la institución cambió su nombre a Universidad de Yucatán, hoy Universidad Autónoma de Yucatán. La Facultad de Derecho se considera como la más antigua escuela universitaria.