Barrera Marín, Alfredo  (1926-1980) Doctor en ciencias. Biólogo. Nacido y fallecido en Mérida. Hijo del ilustre filólogo e investigador mayista Alfredo Barrera Vásquez. Junto a su abuelo paterno, Narciso Barrera, hombre experto en el campo yucateco, conoció desde niño los nombres mayas de los árboles, flores, frutos y animales. Estudió el bachillerato en dos especialidades, ciencias sociales y biológicas. Después, en la Ciudad de México, ingresó a la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, en la que obtuvo el título de biólogo en 1951; más tarde, en 1965, su doctorado en ciencias. De 1947 a 1949 había sido oficial sanitario y, posteriormente, jefe de la Sección de Entomología de la Campaña Nacional contra el Paludismo. Desde 1950 empezó su larga trayectoria como profesor en el IPN: impartía cátedras de biología general y de entomología médica y veterinaria en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, en la Escuela Superior de Medicina Rural y en la Escuela Vocacional núm. 6, de la que fue subdirector durante dos años y director en 1965; fundador y jefe del Departamento de Planeación del propio IPN (1962-1964); jefe de la carrera de biólogo y jefe de la Sección de Graduados de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (1967-1973).

A partir de 1965, y por un período de 10 años, se desempeñó como profesor titular de biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Director-fundador (1965-1973) del Museo de Historia Natural, para el que, asimismo, diseñó y realizó ilustraciones y cuadros técnicos. Su afán de estudio e investigación lo llevó a conocer los métodos de enseñanza, para el área de ciencias naturales, del American Institute Biological Sciences, de Austin, Texas; del Departamento de Microbiología y Entomología Médica de la Universidad de Maryland, EUA, y de otras instituciones de Francia, República Federal Alemana, Perú y varios países más. Perteneció, entre otras agrupaciones, a la Sociedad Mexicana de Historia Natural, de la que fue presidente en 1964-1965; Sociedad Botánica de México; Academia de Investigación Científica; Colegio de Biólogos de México; Consejo Internacional de Museos (ICOM-UNESCO); Consejo Nacional para la Enseñanza de la Biología, del que fue miembro fundador; y Sociedad Latinoamericana de Entomología. Desde 1960 fungió como secretario de la publicación Acta Zoológica Mexicana. Aparte de numerosos ensayos, conferencias y colaboraciones en revistas científicas escribió, entre otras obras, Uniformidad y diversidad del mundo vivo (UNAM, 1970); El panorama de la biología en México (1974); Nomenclatura etnobotánica maya, en colaboración con su padre; y Taxonomía maya. Por encargo del Instituto Nacional de Investigación sobre Recursos Bióticos, del que era director académico adjunto, en 1980 estaba dedicado a estudiar la flora yucateca y los recursos naturales de la Península. Días antes de su muerte la Universidad de Yucatán y el Ayuntamiento de Mérida lo declararon, respectivamente, Yucateco Distinguido e Hijo Predilecto de la ciudad de Mérida.