Benavente, Toribio de

Benavente, Toribio de  (Motolinía) (¿-1569) Franciscano nacido en la villa de Benavente del reino de León, España, de donde se origina su nombre: Toribio de Benavente. Antes de venir a México se encontraba en la provincia de San Gabriel en España. El nombre de Motolinía (cuyo significado en nahuatl es: ser pobre, doliente, humillado) lo adoptó en Tlaxcala. Fue uno de los 12 franciscanos que llegaron a México recién terminada la Conquista y fue sin duda uno de los que trabajó con mayor ahínco en la evangelización de los indígenas. Apóstol andariego, viajó a Guatemala y llegó hasta Nicaragua, así lo expresó él mismo en su carta dirigida a Carlos V en 1555: «…fraile ha habido en esta Nueva España que fue de México hasta Nicaragua, que son cuatrocientas leguas…» En la vida de este incansable fraile resalta la fundación de la ciudad de Puebla, el 16 de abril de 1531, que él promovió. La mayoría de las personas que ocuparon los primeros solares en esa ciudad fueron españoles labriegos ya que fray Toribio deseaba que éstos enseñaran a los indios a labrar la tierra al modo de España para evitar que hubiese una actitud estéril y perniciosa al estar a la expectativa de las encomiendas. De 1536 a 1539 fray Toribio fue guardián en Tlaxcala donde comenzó a escribir su obra: Historia de los indios de Nueva España. En 1544 fue enviado con un grupo de frailes a Guatemala. Como comisario del grupo tenía instrucciones de fundar la Custodia del Santo Nombre de Jesús. Fue electo, a través del primer capítulo, custodio de esa jurisdicción. No permaneció mucho tiempo en el cargo ya que, 15 meses después, regresó a México donde fue electo provincial y tuvo el gobierno hasta 1551. En el año de 1554 lo encontramos en Cholula y por estas fechas se cree que fundó el convento de Atlixco, Puebla. Motolinía no sólo escribió la Historia de los indios, sino también la Doctrina cristiana en lengua mexicana, los Memoriales y tratados de materias espirituales y devotas. Murió en el convento de San Fernando en México. Está ligado a la historia de los franciscanos en Yucatán por ser quien envió, desde Guatemala, a los cuatro frailes que fundaron las primeras misiones en tierras yucatecas: Luis de Villalpando, Juan de Herrera, Melchor de Benavente y Lorenzo de Bienvenida.