Baqueiro Preve, Cirilo

Baqueiro Preve, Cirilo  (Chan Cil) (1849-1910) Compositor nacido en la ciudad de Campeche, en el barrio de Guadalupe. Se hizo popular con el sobrenombre de «Chan Cil» (Cirilito, en maya). Su vida artística llenó casi media centuria, ya que desde muy joven, siendo un excelente violinista, comenzó a exteriorizar su sentimentalismo en canciones tiernas, apasionadas y melancólicas, que pronto se difundieron por los ámbitos de todo el país. Desde muy niño vino con su familia a radicar a Mérida y su arte llegó a ser una de las más fieles expresiones del tiempo y de las circunstancias en que le tocó vivir. Fermín Pastrana «Huay Cuc», que con él compartió honores a principios de este siglo, lo definía como «un trovero antiguo que decía en tiernas canciones las tristezas de la vida, sus aspiraciones y sus ensueños». La Enciclopedia Yucatanense (Tomo IV, pág. 804) nos dice que «La mayor parte de la producción de Chan Cil quedó inédita porque casi siempre improvisaba. En las serenatas en que participaba era corriente que recibiera una composición poética, por lo general debida a la inspiración de José Peón Contreras (uno de sus letristas predilectos), que a su vez generalmente también la improvisaba, escribiéndola muchas veces en una hoja de su recetario; y es fama que acto seguido el tema poético era musicalizado y cantado por el propio Chan Cil, sin que la melodía quedara escrita». Cirilo Baqueiro sólo estudió lo necesario para expresarse bien, para hablar el idioma musical de su pueblo, para interpretar las vibraciones sonoras de su sangre mestiza y hacer repercutir en el ambiente contemporáneo los híbridos ritmos de su gente. Su instrumento preferido fue el violín, pero tampoco era extraño a sus hábiles dedos el tañido de la guitarra. Chan Cil fue en su ambiente y en su época el tipo perfecto del trovador y del bohemio, el artista imprescindible en fiestas y tertulias, en saraos y serenatas. Se le encontraba en todas partes, con los grupos musicales que él dirigía y que amenizaban gratamente las fiestas de la sociedad yucateca. Era, con su inseparable violín bajo el brazo, el tipo de trovador legendario, de carácter afable, bromista y jocoso y poseía un corazón sensible a los dolores humanos.

Chan Cil puso música a versos de grandes poetas. De Peón Contreras son los versos de una de las más bellas canciones musicalizadas por Chan Cil, la titulada En el abismo, cuya primera cuarteta dice así: «En el abismo de tus negros ojos nacieron una noche mis pesares, por eso son mis penas tan negras y tan grandes». Pero Chan Cil fue también muy famoso por su vena satírica, que tenía por vehículo la guaracha, cuya música componía él para cantar sus versos humorísticos cargados de intención. Una de esas guarachas fue la que dio a conocer con el nombre de La Rafaelita, con que él recibió a la primera aplanadora traída a Mérida, por Rafael Quintero. En esa canción satírica decía: «Ya llegó la Rafaelita máquina de aplanar / para aplanarle la crisma / al gobernador actual». Y hubo otras muchas canciones festivas que alegraron los carnavales de Mérida a principios de siglo, en que era imprescindible y fuertemente aplaudido el conjunto musical de Chan Cil. No podemos dejar de mencionar una canción de Chan Cil, con versos del poeta mexicano Rafael de Zayas Enríquez, que a fines del siglo pasado cruzó nuestras fronteras y recorrió el continente entero. Esa canción es la que se dio a conocer con el título de ¿Te acuerdas? Y de ella se comenta que el maestro Julián Carrillo la escuchó en Alemania y, desconociendo el nombre del autor, la incluyó en una suite, estrenada con la orquesta sinfónica dirigida por el mismo maestro Carrillo, con el nombre de Suite de los Naranjos nombre que deriva de los primeros versos de esa canción, que dice: «¿Te acuerdas niña de aquella tarde / cuando en el bosque de los naranjos, juntos tú y yo, mano entre mano / nos dirigimos / hacia el estanque donde sus rayos / quebraban el sol?» Cirilo Baqueiro Preve falleció en esta ciudad a los 61 años de edad.