Difteria Enfermedad infecto-contagiosa con ondas epidémicas, producida por la bacteria Corynebacterium dyphteriae. La existencia de esta enfermedad es bastante antigua, pues hay descripciones que concuerdan con ella, en los libros chinos de medicina del 1200 a. C. Su introducción a Europa parece haber coincidido con la época de las Cruzadas (900-1150). En España era bien conocida en el siglo XV y recibía el nombre popular de «garrotillo». De 1820 en adelante, su incidencia fue aumentando en Francia, donde la llamaban «croup». Durante la intervención francesa en México, de 1863 a 1867, llegaron soldados portadores de la bacteria y comenzó a contagiarse la población. La primera epidemia en la República ocurrió en 1870 en Guanajuato y poco después se reportó en la Ciudad de México. En 1871, la tesis de grado de Leocadio Lara Torres en Mérida se tituló El croup y en 1874, la de Francisco Rubio fue La difteria. En las estadísticas oficiales se consigna una defunción en 1875 y 39 en 1895, lo cual indica ya una propagación epidémica. Para 1905 se reportan cinco defunciones en Mérida. En los informes de la Junta de Sanidad se consigna lo siguiente: 1910, con 180 casos y 18 defunciones; 1911, con 33; 1912, con 66.
El Departamento de Sanidad, en 1917, consignó 24 casos y ocho defunciones. Durante el lapso de 1918 a 1931 hay pocos datos, luego las defunciones en el estado fueron: 1932, seis; 1933, 10; 1934, nueve; 1935, 22; y 1936, cuatro. A fines de 1941 se desarrolló una onda epidémica en el estado; se registró un total de 232 casos con 11 defunciones hasta mediados de 1942. En el hospital O’Horán se habilitó un pequeño pabellón para la atención de esos casos, provisto de suficiente suero antidiftérico y con el equipo necesario para realizar traqueotomías de urgencia y aspiración de membranas, habiéndose atendido un total de 83 enfermos, 19 de ellos con traqueotomía. Sólo hubo una defunción. En 1942 la tesis de graduación de Juan Pinto Aranda fue Difteria, estudio epidemiológico del brote en Mérida 1941-1942, y la de Efraín A. Acosta La vitamina C en la difteria. En el período de 1953 a 1958 se registró un promedio de 73 casos, aunque en 1954 hubo 115 casos. En esa época, la Delegación Sanitaria Federal intensificó la vacunación antidiftérica en Mérida y a partir de 1955 lo fue en la zona henequenera por los Servicios Médicos Ejidales de la SSA, utilizando la vacuna triple. La pro-secución de esta vacunación logró que en 1972 sólo se registraran tres defunciones y a partir de 1980 no se ha registrado ningún caso, estimándose que más del 95% de la población infantil está protegida, por lo cual esta enfermedad puede considerarse erradicada del estado.