Nombres y patronímicos mayas Como otros, los mayas tenían distintos nombres destacando el patronímico o sea el apellido que recibía de su padre y del padre de éste y de sus demás ancestros por la línea masculina. Asimismo, tenía un nombre, naal, que recibía por el lado de su madre. Además podía recibir otros dos nombres, el paal kaba, o nombre de infancia, y el coco kaba, o apodo. Muchos de estos nombres han desaparecido poco después de la conquista española, permaneciendo exclusivamente el patronímico, asociado con un nombre cristiano. Según Diego de Landa, todos aquellos individuos que llevaban el mismo patronímico se consideraban descendientes de un mismo ancestro y, por lo tanto, no podían formar parejas. Asimismo, cada linaje tenía su propia deidad protectora. Poco se sabe de estas divinidades protectoras que, como Hun-ix-kin-chac, patrocinaba al linaje de los Puc.
Los patronímicos mayas derivan en la mayoría de los casos, de los nombres de los animales y de las plantas. Así, corresponden a animales de la región: Ac, Ba, Balam, Bil, Ceh, Coh, Chab, Choo, May, Miz, Muy, Och, Puc, Tzul, Uech, etcétera. Nombres de pájaros: Cetzal (Nahuati), Kuk (en maya), Coba, Cot, Cox, Cutz, Cuy, Chel, Chuy, Mo, Muan, Mut, Tzun, etcétera. Nombres de peces o animales marinos: Kanxoc, Mex, Pat, Xoc, Xul, Xuluc. Nombres de insectos: Cab, Couoh, Kinil, Maz, Mul, Pech, Tuz, Uz, Zak. Nombres de reptiles: Can, Huh, Mac, Tzel, etcétera. Pertenecientes a la flora, derivan los patronímicos: Che, Aban o Haban, Xiu, Nic, Ab, Balché, Canché, Catzim, Copó, Chala, Chi, Chul, Ek, Pomol, Tamay, Tuc, Ucan, Xul, Ya, Ac, Batún, Cahum, Ci, Chaac, Chay, Homa, Iz, Keb, Kutz, Miz, Mul, Poop, Ta, Tah, Zum, Cocom, Cupul, Chuil, Ha, Icte, Keuel, Ku, Maxte, Oxté.
Algunos patronímicos son de origen mexicano, como Cetzal, Culua, Iuit, Nauat, Ueuet, y otros podrían tener el mismo origen como Chimal, Miz, Xiu, etcétera. Ralph L. Roys sugiere además que ciertos patronímicos podrían provenir de otras regiones mayas como Tabasco, donde Te y Chan significan árbol y serpiente y equivalen en Yucatán a Che y Can.
Muchos patronímicos tienen una relación con regiones geográficas de la Península, donde predominan o se presentan con mayor frecuencia. Así, los Canules mandaban en las provincias de Ah Canul, los Peches en Ceh Pech, los Canes en Chetumal, los Xius en Maní, los Cocomes en Sotuta, los Uluac en Chancenote, los Cheles en Ah Kin Chel, los Cupules en la provincia de este nombre. Ciertos patronímicos son exclusivos de ciertos lugares como Akhol, Choo, Mah, Pitz, Tzama, Xamancab, Yoc, Cuzamil y Dzahe, de Cozumel. Según Landa, los niños recibían los nombres de ambos padres. El nombre del padre usado solo y el de la madre precedido del prefijo Na. Así, el hijo de Chel y de la señora Chan, se llamaba Nachan Chel. Estos son los nombres, naal. Roys considera que el nombre, naal, no deriva del patronímico de la madre sino de su matronímico, lo que permitiría que el patronímico se conservara por la línea masculina y el matronímico por la línea femenina. En maya, existen dos palabras para designar los linajes: chibal, que designa la descendencia en línea directa por el padre y dzacab que designa la descendencia en línea directa por la madre. En algunos casos el patronímico viene precedido por una palabra que equivale a un título o un oficio. El más importante era el de Ahau, que después de la Conquista, sólo se aplicó al rey de España y que antes utilizaban los halach uinic, aunque estos gobernantes de estados independientes solían usar con más frecuencia sus nombres, naal; Nachi Cocom por Ahau Cocom, Naum Pech por Ahau Pech… En importancia seguía el título de batab: como en Batab Canul, cuyo nombre usual era Naapuc Canul y su nombre de niño Ah Cen Canul. Otros títulos fueron usados como el de Holpop, Ah Cuchcab, Ah Kul, Ah Can, Nacom, etcétera. Ah Kin designaba al sacerdote como en el caso de Ah Kin Chel —el mayor de los sacerdotes era ahau-can: como en Ahau Can May, pero este título sólo se aplicó a los obispos después de la Conquista. Los profetas llevaban el título de Chilán o Chilam— los brujos eran llamados Ah Ez como en el caso de Ah Ez Camal.
Patronímicos mayas, según R. L. Roys:
A.- Ab, Aban, Abnal, Ac, Aké, Akhol, Ay, Ayi.
B.- Ba o Baa, Bacab, Bacal, Bak, Balam, Balché, Batun, Baz, Be, Bil, Bolon.
C.- Cab, Cach o Caach, Cahum o Cahun, Cal, Camal, Can, Canché, Cante, Canul, Catzim, Cauich, Cayut, Ceh, Cel, Celiz, Cemé, Cen, Cetz, Cetzal, Ci, Ciau, Cimé, Cituk, Cob, Cobá, Cochuah, Cocom, Coh, Col o Cool, Copo, Cot, Couoh, Cox, Coyí, Cucab, Culua, Cumii, Cumux, Cupul, Cutz, Cuxim, Cuxum, Cuy, Cuytún.
Ch.- Chab, Chablé, Chala, Chalé, Chan, Chay, Che, Chi, Chicil, Chiclin, Chicmul, Chim, Chimal, Chinab, Chuan, Chuc, Chuil, Chul, Chulim, Chunab.
Ch’.- Ch’el, Ch’oben, Ch’oo, Ch’uy.
E.- Eb, Ek, Euán, Ez.
H.- Ha, Haban, Habnal, Hau, He, Homa, Huchim, Huh, Human, Hun.
I.- Ich, Icté, Itzá, Iuit, Iz, Idzincab.
K.- Kak o Kaak, Kancab, Kantún, Kanxoc, Kauil, Ke, Keb, Keuel, Kinich, Kinil, Koh, Ku, Kuk, Kumun, Kutz, Kuxeb, Kuyoc.
M.- Mac, Matu, May, Maz o Maaz, Mazte, Mazum o Mazun, Mex, Mian, Miz, Mo o Moo, Moan, Moh, Muan, Mucuy, Mukul, Mul o Muul, Mut, Mutul, Muy.
N.- Na, Nabte, Nacan, Nah, Nal o Naal, Nauat, Nayal, Nic, Noh, Nuch.
O.- Och, Oxté, Yo.
P.- Pacab, Palib, Pan, Panti, Pat, Pauo, Pech, Pet, Peu, Pez, Pib, Pitz, Pix, Pol, Pomol, Pot o Poot, Pox, Puc, Puch.
Pp.- Ppenceh, Ppizte, Ppol.
T.- Ta, Tacu, Tah, Tamay, Tax, Tayu, Te, Tec, Tep, Tepal, Tinaal, To, Tox, Tuc, Tucuch o Tukuch, Tuin, Tulum, Tun, Tut o Tuut, Tutul, Tuyu, Tuz, Tzab, Tzabnal, Tzakum o Tzakun, Tzama, Tzek, Tzel, Tziu, Tzotz, Tzuc, Tzul, Tzum o Tzun.
U.- Uacal, Uc, Ucán, Uech, Ueuet, Uex, Uh, Uicab, Uitz o Uitzil, Uluac, Umán, Un, Ux, Uxul, Uz
X.- Xamán, Xamancab, Xicum, Xiu, Xix, Xoc, Xol o Xool, Xuch, Xul, Xuluc.
Y.- Ya o Yaa, Yah, Yam, Yama, Ye, Yix, Yoc, Yupit.
Z.- Zak, Zalu, Zel, Zimá, Zulú, Zum.
Dz.- Dzacab, Dzahe, Dzal, Dzay, Dzib, Didz, Dzul.