Kanxoc

Kanxoc  Comisaría del municipio de Valladolid, ubicada a 12 km de esta ciudad. Según la historia oral, Kanxoc fue fundado aproximadamente en 1545. Se dice, entre los ancianos de la comunidad, que algunos de los factores que propiciaron su poblamiento fueron: la existencia de dos grandes cenotes, el de los santos patronos, San Cosme y San Damián y el de San Joaquín ubicado a dos kilómetros de la población, así como también la cercanía con Zací, principal población del Oriente, actualmente llamada Valladolid. Según relata Luis Ramírez Aznar, algunos moradores del pueblo aseguran que Kanxoc era conocido como Tikanxoc, que en español quiere decir «allá donde se aprende a leer». Ramírez Aznar opina que esta versión puede ser la más acertada ya que según él, «Si en Tixhualahtun estaba el depósito de katunes o de estelas o calendarios que registraban los sucesos importantes de cada siglo, es lógico pensar que en Kanxoc se enseñaba a interpretar los signos o jeroglíficos o a leer las síntesis cronológicas». Según el Diccionario Maya de Cordemex, K’anxoc es el toponímico de tiburón o pez. Kanxoc perteneció a la provincia o cacicazgo de Cupul y antes de la llegada de los españoles rendían veneración al dios Zacíual, cuyo adoratorio se ubicaba en la hoy Valladolid. Los conquistadores hallaron en Kanxoc numerosos ídolos de barro huecos, que servían como incensarios, y a los cuales describieron así: «los rostros en relieve, agestados, disformes, de feas cataduras y con los pies muy bocadeados». Kanxoc fue encomienda de Martín Ruiz Darce y Sebastián Burgos; el primero, en 1565, refiere en un informe «…dentro de esta especie de maceteros (incensarios) ponían carbones encendidos y resina de una planta llamada pom que daba de sí un gran olor en reverencia del ídolo principal que le llamaban Zacíual que estaba en lo más alto del adoratorio de Zací, donde (   ), flameaba permanentemente una bandera.» En 1544 se registra que el total de la población de Tixhualahtun y Kan-xoc era de 2,115 habitantes.

En 1565 dominaban las familias Mo, Tuyú y Cox, y en 1583 se registra como cacique de Kanxoc a Juan Pool. Los kanxoques, como son conocidos los pobladores de esta comunidad campesina, participaron en la Guerra de Castas iniciada en 1847, donde destacaron por su fiereza y valentía. Más adelante, después de haber pasado muchos años de aquel suceso histórico, se convirtieron en simpatizantes del Partido Socialista del Sureste y tras la muerte de Felipe Carrillo Puerto, pasaron a ser fervientes aliados de José Maria Iturralde, quien por el afecto que profesaba a esta población fue llamado «El Gran Kanxoc». Éste, siendo gobernador de Yucatán, trajo de Valladolid a Mérida un contingente de 300 campesinos del pueblo de Kan-xoc a los que uniformó y dotó de magníficas armas, con el objetivo de prevenir un golpe de estado por parte de los federales. El batallón de los kanxoques, al mando de los hermanos Ernesto y Abelardo Alcocer Osorno, el mismo día de la designación de Iturralde como gobernador de Yucatán, batió en la ranchería de Cat-zín, con saldo de 10 muertos, al último reducto delahuertista del Oriente. Kanxoc junto con Chumpón fueron los principales sostenes del gobierno de Iturralde, quien llegó a ganarse la confianza de sus pobladores. Según el Censo de Población y Vivienda de 1990, Kanxoc contaba con 1,408 habitantes. La mayor parte de la gente vive de sus milpas, sin embargo, algunos jóvenes e incluso personas adultas, en busca de mayores recursos se emplean en Cancún, donde realizan labores de albañilería.

Las mujeres, hábiles bordadoras de hipiles, venden estas prendas a los comerciantes de Valladolid. Kanxoc realiza dos fiestas al año, ambas de carácter religioso, la primera se efectúa en el mes de abril en honor al Santo Cristo y la segunda en septiembre, finalizando el día 27 dedicada a los patronos San Cosmé y San Damián. Según el Catálogo de construcciones religiosas del estado de Yucatán, 1945, el templo de Kanxoc, dedicado a los Santos Médicos San Cosme y San Damián, es de un solo cuerpo y tanto éste como la sacristía, están construidos de mampostería, con techos de boveda y pisos de cemento; al hacerse el Catálago ya mencionado, las cuatro piezas y dos corredores que constituían la casa cural estaban completamente destechadas y en ruinas, pero ya para 1975, Ramírez Aznar visitó el lugar y hace referencia a la iglesia, en su artículo hemerográfico «Kan-xoc, lugar donde el pueblo aprendía a leer las estelas», como totalmente reconstruida. No se sabe en qué año fue erigido el templo de Kan-xoc. Los habitantes de esta población siempre se han caracterizado por defender, por todos los medios posibles, su autonomía.