K’upol

K’upol  Ceremonia que se realiza una vez al año en algunas comunidades campesinas, durante las fiestas del santo patrono al finalizar la jarana, en la que se hace la «entrega de la cabeza» o «K’u pol». Durante ésta, se realiza una danza que es conocida como la danza de la cabeza del cochino o Pol K’ek’en, en la que el bailarín portador de una cabeza de cochino, se detiene bruscamente enfrente de la persona escogida, negándose a proseguir la danza, no obstante las presiones de los danzarines acarreadores (Véase: Danzas tradicionales). La persona que recibe la cabeza será la que organizará los festejos del año venidero. En la casa de la persona designada se realizan juntas, donde se elaboran programas, calculan gastos, como el pago de la orquesta que amenizará los bailes, de la cuadrilla de toreros, de los juegos pirotécnicos, etcétera. Allí mismo, se realizan las novenas o serie de rosarios y la jarana final. En el patio de la casa se improvisa una tejavana para acomodar a los asistentes y si el espacio es insuficiente puede adaptarse un techo provisional en la calle frente al predio.

Todos cooperan en la elaboración de las comidas; así, unos aportan las gallinas, pollos o pavos, otros pozole, anís, tortillas, hojas de plátano, etcétera. Las mujeres son las que se encargan de cocinar y adornar el altar. El anfitrión es el que dona el cerdo para sacrificarlo el último día de la fiesta o feria; éste es cocinado bajo tierra o «pibil» y se le cercena la cabeza inmediatamente después de haber sido desenterrado, pues ésta servirá para la ceremonia del K’u pol. En San Bernardo, comisaría del municipio de Kopomá, se realiza esta ceremonia con la variante de que ahora no sólo se hace entrega de la cabeza del cochino, sino del cuerpo completo del animal, que es adornado con frutas como la papaya.