Ortiz de Argueta, Alonso Alcalde mayor de Yucatán, 1556-1558. Fue nombrado, para ejercer este cargo, por la Audiencia de los Confines, en sustitución de Álvaro de Carvajal. Durante su gobierno renunció Carlos I, quien cedió la Corona española a su hijo Felipe II. En honor del nuevo soberano se realizaron suntuosas fiestas en las que participó Francisco de Montejo, el Mozo. Éstas se efectuaron del 25 de diciembre de 1557 al 6 de enero de 1558. En ellas, el alcalde mayor recibió de los colonos españoles el juramento de fidelidad al nuevo rey, así como también de los jefes indígenas Francisco Euán, cacique de Chakán; Francisco Pom, cacique de Umán; Melchor Pech, cacique de Chubulná; Francisco Cuytún, cacique de Tetiz; Francisco Montejo Xiu, cacique de Maní; Francisco Pech, cacique de Conkal; Gaspar Yam, cacique de Hocabá, y otros que estuvieron presentes en las celebraciones. Esta algarabía de principios de 1558 se vio ofuscada cuando en octubre de ese año los piratas se apoderaron de la isla del Carmen, la cual convirtieron en su guarida y base de operaciones, emprendidas después contra la provincia. Por otra parte, los franciscanos entraron en pugna con el alcalde mayor debido a la orden que dio de que los indígenas congregados en las grandes poblaciones y en los alrededores de Valladolid, volvieran a sus antiguos pueblos. Los franciscanos no estuvieron de acuerdo con esta disposición y alegaron que los afectaba directamente en la evangelización y civilización de los indígenas, pues el número de frailes era insuficiente para atender a los naturales en sus respectivos pueblos, además de que los indígenas, al no tener contacto con los españoles y la vigilancia de las autoridades, volverían pronto a sus antiguas costumbres e idolatrías. El alcalde mayor se mantuvo firme en su decisión y los antiguos pueblos de esa región se repoblaron. En el manuscrito de Lara, señala Molina Solís en: Historia de Yucatán durante la dominación española, se dice que en esta época se poblaron Chancenote, Nabalan, Yaxcabá, Tikuch y Kanxoc. De esta manera Ortiz de Argueta hizo caso omiso de las razones de los frailes y de la cédula real que mandaba la congregación de los indios para facilitar su evangelización. En esta cédula se apoyaron los franciscanos para apelar a la Audiencia. Lo mandado por el alcalde también era contrario a lo establecido por Tomás López, quien se había mostrado enérgico al favorecer la congregación de los indios en poblados cercanos a los conventos. Alonso Ortiz de Argueta fue reemplazado por el bachiller Juan de Paredes, quien gobernó la Península hasta fines de 1560, en el cual Jufré de Loaiza se hizo cargo del gobierno, con el carácter de visitador nombrado por la Audiencia de los Confines, que se había trasladado ya a la ciudad de Guatemala. Después de gobernar Yucatán, el 13 de diciembre de 1559, el rey lo nombró alcalde mayor de Nicaragua y tres años más tarde, el 2 de diciembre de 1562, gobernador de Honduras. Albino Acereto en su trabajo «Historia política desde el descubrimiento europeo hasta 1920», publicado en la Enciclopedia Yucatanense, escribe el nombre de este personaje como Alonso Ortiz Delgueta.