Orden Constitucional (El)

Orden Constitucional (El)  (1869) «Periódico del Pueblo». Se publicó semanalmente en Mérida a partir del 24 de abril de 1869. Su editor responsable fue A. González. Se propuso contribuir a la consolidación del orden constitucional tomando como punto de partida el respeto a las leyes republicanas. Difundió el decreto emitido por la Legislatura Constitucional de Yucatán que declaró Benemérito del Estado al general Manuel Cepeda Peraza, fallecido el 3 de marzo de ese año y que estableció el aniversario de su muerte como día de duelo en la entidad. Divulgó el decreto mediante el cual el Poder Legislativo de Yucatán convocó a la elección extraordinaria de gobernador y vicegobernador para desempeñarse durante el resto del período constitucional en curso. Esta elección habría de realizarse de acuerdo con el contenido de la ley reglamentaria del 21 de abril de 1862, y para ello se dividió el estado en los mismos nueve distritos electorales establecidos en la ley de 20 de septiembre de 1867 y se fijó el 20 de mayo de 1869 para la celebración de las juntas electorales que habrían de proponer candidatos a ocupar los cargos referidos. Después informó sobre la realización de estas juntas en los suburbios de Mejorada, Santa Ana y Santiago. Propuso como candidatos para gobernador y vicegobernador a José Apolinar Cepeda Peraza, quien entonces se desempeñaba como vocal del Consejo de Gobierno y encargado provisional del Poder Ejecutivo del Estado, y Manuel Cirerol, respectivamente. Encomió los esfuerzos de las autoridades estatales por seguir construyendo caminos en diversas poblaciones de Yucatán. Manifestó su inconformidad por haberse detenido las gestiones para demoler la Ciudadela de San Benito, pues consideró que esa construcción ponía en riesgo la estabilidad del régimen republicano por haber servido a los intereses de quienes se resguardaban en ella para sostener asonadas y motines militares. Expresó su deseo de que las autoridades municipales de Mérida interviniesen para controlar el exceso de polvo que se levantaba en las calles de la ciudad, y pidió aclarar si la disposición que exigía a los carruajes de pescante llevar linterna durante sus recorridos nocturnos se hacía extensiva a las noches de luna. Pidió al Ayuntamiento de Mérida considerar la necesidad de un mercado más amplio que el existente o bien, otro con sus mismas dimensiones. Solicitó al encargado de la reedificación del templo de Jesús María que suspendiera los constantes recesos en que incurría durante la realización de la obra. Consideró extemporáneas las gestiones de Manuel Cecilio Villamor para registrar ante la Legislatura del estado su invento de la máquina para raspar henequén, pues desde hacía algún tiempo José E. Solís recibía los beneficios correspondientes. Comentó la reanudación de las ediciones del periódico Biblioteca de Señoritas, que a partir de entonces quedaría a cargo de José García Montero. En su sección literaria reprodujo una nota del periódico El Iris, en la que sus editores se congratulaban por el aniversario del triunfo del ejército mexicano en la «Batalla de Puebla» del 5 de mayo de 1862, y en la misma sección transcribió un soneto que, para conmemorarla, publicó Ildefonso Estrada y Zenea. También difundió el canto patriótico que el poeta cubano Alfredo Torroella leyó el 5 de mayo de 1869, en el Palacio Municipal de Mérida, para rendir homenaje al general Ignacio Zaragoza. Reprodujo una nota del periódico La Restauración Liberal de la Ciudad de México, para notificar el fallecimiento del Papa Pío IX, y una nota necrológica que Justo Sierra Méndez publicó en el periódico El Renacimiento de la capital de la República, sobre el deceso del escritor yucateco Pedro Ildefonso Pérez. Informó de los enfrentamientos entre la Iglesia Católica y el gobierno liberal de México, y los inicios del movimiento de independencia en Cuba. Se editó en la imprenta de A. González.