Frutas (de Yucatán) Por su clima, Yucatán ha sido campo propicio para el desarrollo de muchos frutales, siendo unos autóctonos y otros introducidos. Entre las plantas nativas están el aguacate (on), anona (op), anona morada (chac-op), guanábana (tak-op), saramuyo (tzalmuy), diversas variedades de ciruela (abal), nancen (chi), zapote común (ya), zapote amarillo (ka-misté), zapote blanco (choch), zapote negro (ta-uch), mamey rojo (chakal-haas), papaya (put), guayaba (pichi), ciricote (kopté), pepino de árbol (kat), uaya (uayum), pitahaya (chac-uob), piñuela (chom) y otras. Entre las plantas frutales introducidas a Yucatán están: varios cítricos como limón, naranja agria y dulce, lima, toronja, cidra y mandarina; varias clases de plátano, cocotero, mango, marañón, tamarindo, grosella, mamey de Santo Domingo, melón, sandía y otras. Durante la Colonia se cultivó la uva. La mayor parte de estas frutas se cultivan en los patios de las casas o en huertos de haciendas y ranchos; algunas lo son en campos especiales, como los cítricos en el sur del estado. Aunque el mayor consumo de la fruta fresca es interno, algunas se exportan. Otras se someten a procesos industriales, como la naranja dulce, cuyo jugo se extrae y se exporta; con muchos se elaboran dulces y conservas; unas pocas se utilizan para licores y cremas.