Fonética maya

Fonética maya  El maya-yucateco hablado en la Península de Yucatán tiene una tradición de escritura que se remonta a los jeroglíficos de la época prehispánica. Al arribo de los españoles en el siglo XVI, se introdujo el alfabeto latino para representarlo. El uso de este alfabeto generó problemas de escritura, debido a la existencia de sonidos propios de la lengua autóctona, desconocidos en el latino y por tanto, sin grafías para representarlos. Como consecuencia, a lo largo de los años aparecieron una serie de alfabetos que difieren en el empleo de símbolos para escribir los sonidos propios. Entre los más conocidos están los del Coronel, De Rosny y Tozzer.

En años recientes y en el marco de revitalizar y difundir la lengua maya de manera escrita, ha surgido la necesidad de unificar criterios en torno del uso del alfabeto y es en 1984 cuando un grupo de especialistas y hablantes nativos del idioma que laboran en diversas instituciones, proponen un alfabeto práctico encaminado a servir a la población. El resultante es conocido como el Alfabeto Maya Unificado, de 1984, el cual consta de 21 consonantes y de 25 vocales. A continuación se presenta su cuadro fonético:

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.El maya-yucateco toma del castellano los grafemas d, f, g, r, y rr. Aunque la «r» suele ocurrir en el maya como resultado de la deslaterización de la «l». Se distinguen cinco grupos de vocales basados principalmente en la duración.

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.Las vocales cortas se pronuncian con tono medio o neutral y las glotalizadas con tono alto (en los dos casos no se marcan con símbolo alguno), no así las vocales largas con tono alto que llevan acento agudo en la primera vocal «úu»; el tono bajo de las vocales largas no se marca, lo mismo que el tono alto de la primera vocal de las vocales rearticuladas. Cabe señalar que toda vocal al inicio de palabra está precedida por cierre glotálico que no registra gráficamente el Alfabeto Maya Unificado. En relación a la toponimia y patronímicos en maya, se conserva el alfabeto tradicional. A continuación se presenta la equivalencia de las grafías disímiles:

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