Bambuco

Bambuco  En julio de 1908, dos músicos colombianos, Pedro León Franco, conocido como Pelón Santamarta, y Adolfo Marín, ambos nacidos en Medellín, trajeron el bambuco a Yucatán. A principios de ese año, Marín y Pelón Santamarta se encontraban en La Habana, Cuba, donde los escuchó cantar, en un cafetín, el empresario teatral cubano Raúl del Monte quien estaba a punto de realizar una gira por Yucatán con su Compañía Cubana de Zarzuelas. Pelón Santamarta y Marín se contrataron para venir a Mérida. En su edición del viernes 10 de julio de 1908 La Revista de Mérida anticipó la noticia de la llegada de esa Compañía, la que actuaría en el Circo Teatro Yucateco a partir del viernes 24 de julio. En el anuncio correspondiente a la función inaugural se dice respecto del Pelón Santamarta y Marín: «Presentación de los aplaudidos colombianos señores Luis Franco y Adolfo Marín, con sus cantos típicos y pasillos colombianos». El primer bambuco que cantaron en Yucatán fue El enterrador, de los autores colombianos Luis Romero y Julio Flores. La semilla que sembraron Pelón Santamarta y Marín en su fugaz visita a Yucatán fue reforzada en 1919 por el dueto Villar y Escobar, también colombianos. El bambuco pronto tomó su propio perfil en la obra de Ernesto Paredes y Ricardo Palmerín, éste último el bambuquero yucateco por excelencia. Otros grandes representantes del bambuco han sido Pepe Sosa, Vicente Uvalle, Ermilo A. Padrón López, Carlos Salazar, Daniel Tenorio, Manuel López Barbeito, Judith Pérez Romero, Estela Puerto, Lía Baeza, Enrique «Coqui» Navarro, Pastor Cervera y Luis Espinosa Alcalá, que le han dado al cancionero yucateco muchas de sus páginas más hermosas, escritas en el ritmo que trajeron a principios de siglo los colombianos Franco y Marín.

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