Sociedad Literaria Jesús y María Agrupación también llamada Sociedad Jesús María, fundada en 1849 por «un grupo de amigos ligados voluntariamente». Su primer reglamento se estableció el año de su fundación, pero posteriormente se redactaron dos más en 1850 y 1867. Sus objetivos iniciales fueron promover la instrucción pública, procurar su propio adelanto y fomentar diversiones «lícitas, honestas y decentes». En su primera junta directiva Felipe de la Cámara Zavala fungió como presidente y Guadalupe Martín Rosado como secretario. Los socios fundadores fueron Mariano Quijano, Agustín Vales, Gabriel Gahona «Picheta», Joaquín Castillo Peraza, Santiago Bolio Quijano, Joaquín Patrón, Mariano Correa, Buenaventura Barbachano y Francisco Zavala.
Los fines literarios de la sociedad prevalecieron por un tiempo y se manifestaron en la creación de una biblioteca o gabinete de lectura, al cual acudían jóvenes aficionados a las letras, así como en las lecturas públicas que los socios hacían, de sus propias producciones, en las reuniones que se efectuaban en su local. Su biblioteca fue la mejor de la ciudad y llegó a contar con un acervo de 2,000 volúmenes, el cual fue conformado mediante la donación que los socios hicieron de sus propios libros. El costo de la suscripción a la biblioteca fue de 4 reales y estaba ubicada una cuadra al poniente de la iglesia de la Tercera Orden. En este lugar se contó además, con un servicio de hemeroteca que reunió todos los periódicos que se publicaron en Mérida y Campeche, así como algunos foráneos El Eco del Comercio, de Veracruz; El Siglo XIX, de la Ciudad de México; La España y El Clamor Público, de Madrid; El Correo de Ultramar y La Ilustración, de París.
Sus reuniones literarias eran dirigidas por distinguidos literatos de la época, entre los que se encontraban: Fabián Carrillo Suaste, Apolinar García «El Mus», Eligio Ancona, Antonio Espinoza, Juan Antonio Esquivel Farfán, José García Morales y Manuel Palomeque.
En 1867 varió el carácter y las finalidades de la sociedad al transformarse en una organización de beneficencia. Su reglamento estableció entonces: «La sociedad Jesús María es una reunión de amigos con el objeto de ejercer actos de utilidad y de beneficencia pública, de procurar sus propios adelantos y de crear fondos para estos fines». A partir de esta transformación fue dirigida por empresarios, médicos y abogados, bajo la presidencia de Felipe Ibarra Ortoll. En esta vertiente, uno de sus logros fue la instauración de la Escuela de Artesanos que funcionó bajo su dirección y con algunos apoyos del gobierno del estado. En el reglamento de la escuela, publicado en 1872, se consignó que ésta laboraría como: «Un instituto de enseñanza primaria y secundaria establecido por la Sociedad de Jesús María, bajo la protección del gobierno del estado y que la sociedad provee al sostenimiento de la escuela con sus propios fondos aumentados para este objeto con ochenta pesos mensuales que recibe de la empresa de lotería del estado, en virtud de la concesión del gobierno mismo».
La sociedad logró una larga vida y el aumento de sus miembros, ya que el reglamento de 1850 registró la existencia de 36 socios, mientras que el de 1865 reportó 114. Su local estuvo ubicado en la calle 59 entre 62 y 64 de la ciudad de Mérida. A diferencia de otras sociedades, ésta no tuvo órgano impreso.