Sanjuanistas

Sanjuanistas  Con este nombre se conoció a la primera organización de carácter político que se formó en Yucatán en 1808. En ese año comenzó a reunirse en la sacristía de la ermita de San Juan Bautista, de la cual era capellán el padre Vicente María Velázquez, un grupo de feligreses interesados en comentar las noticias políticas más importantes llegadas de España y Europa. El grupo estaba presidido por el propio padre Velázquez y lo formaban Lorenzo y Agustín de Zavala, Miguel González Lastiri, Pedro José Guzmán, Francisco Bates, José Matías Quintana, Alonso Luis Peón, Pedro Almeida, Manuel Jiménez Solís, Juan de Dios Enríquez, Manuel José Milanés, Pantaleón Cantón, José Mariano de Cicero, entre otros.

A partir de 1810, las reuniones adquirieron un franco matiz político y el grupo se declaró partidario del movimiento constitucionalista de España. Uno de sus miembros distinguidos, González Lastiri, fue designado diputado por Yucatán ante las Cortes de Cádiz, de 1810 a 1812, por lo que le correspondió aprobar la Constitución de la Monarquía Española. A su regreso de España, trajo consigo ejemplares de dicha constitución, los cuales entregó al gobernador y capitán general Manuel Artazo para que los difundiera oficialmente en la provincia de Yucatán, promulgara la Carta Magna e hiciera efectiva las reformas constitucionales, entre ellas la elección democrática del Ayuntamiento de Mérida y de la diputación provincial. El primer Ayuntamiento constitucional de Mérida quedó en manos de los sanjuanistas, mientras que en la diputación provincial sólo lograron un escaño, el de José Matías Quintana.

Amparados en la Constitución de Cádiz, que establecía la libertad de prensa, los sanjuanistas promovieron la introducción en Mérida de la primera imprenta y publicaron los primeros periódicos, de carácter liberal, entre ellos El Misceláneo, editado por José Francisco Bates; El Aristarco Universal y El Redactor Meridano, dirigidos por Lorenzo de Zavala; Clamores de la Fidelidad Americana, de José Matías Quintana, y El Diario Sanjuanista, mediante los cuales defendieron el constitucionalismo y atacaron la política y pensamiento de los rutineros, quienes pugnaban por el absolutismo. Demandaron reformas como el derecho de los colonos a gobernarse a sí mismos y la abolición de las obvenciones que los indígenas pagaban a los párrocos. En 1814, fue abolida la Constitución de Cádiz y el rey Fernando VII restauró el absolutismo en España y sus colonias de ultramar, por lo que los sanjuanistas fueron objeto de persecución, encarcelamiento y agresiones diversas. El padre Velázquez, después de haber sido vejado públicamente, fue preso en el convento de San Francisco; Lorenzo de Zavala, José Matías Quintana y José Francisco Bates fueron enviados a la prisión de San Juan de Ulúa, en Veracruz, donde permanecieron hasta 1817; otros fueron encarcelados en Mérida. En 1820, por presiones políticas, Fernando VII restableció la Constitución de Cádiz, lo que permitió la reestructuración de los sanjuanistas. Esto significó la incorporación a sus filas de miembros de sociedades masónicas, fundadas por Lorenzo de Zavala tras su regreso de San Juan de Ulúa, y de elementos rutineros, así como la separación de algunos de sus integrantes y un cambio a su política radical del primer período. En 1823, con vistas a las elecciones de 1825, se fusionaron con el grupo encabezado pro José Tiburcio López y formaron la Liga, que alcanzó el triunfo electoral en 1825 y en 1829. Otro de sus miembros prominentes de los primeros años como Pedro José Guzmán se vincularon con la camarilla, grupo opositor a la Liga.