Sabido de Vargas, José Teniente de rey en Yucatán. Se encargó de la gubernatura de Yucatán en junio de 1792, al ser asesinado el titular Lucas de Gálvez. Mientras llegaba el nombramiento oficial del nuevo gobernador desde España, Sabido de Vargas se sintió entre los aspirantes con más derechos para hacerse del cargo; entonces alegó sus 38 años de servicio al gobierno español, su participación en la guarnición de Ceuta cuando la invasión morisca en 1757, su desempeño como comisionado para la formación de la Compañía de Dragones y el Batallón de Pardos Tiradores en Mérida y 10 compañías de milicias urbanas en los partidos de Tizimín y Chancenote, su dirección en las obras de reparación del presidio de Bacalar a causa de los daños hechos por un huracán en 1786, donde promovió la construcción de piraguas de guerra y otras obras de utilidad bélica, así como haber sido juez de residencia de tres gobernadores. Sin embargo, sus enemigos dijeron que no era un funcionario competente, que se había mostrado remiso al no agilizar el proceso que fue seguido a los sospechosos del asesinato de Lucas de Gálvez, lo cual, decían, lo inhabilitaba para desempeñar el cargo de gobernador. A pesar de contar con el apoyo del obispo yucateco, de altos dirigentes de la Orden franciscana y otros personajes encumbrados de Mérida, finalmente el nombramiento de gobernador de Yucatán recayó en Arturo O’Neill de Tirone.