Llanes Marín, Élmer (1907-1973) Periodista, escritor y poeta. Nació en Teabo, Yucatán, y murió en la Ciudad de México. Sus primeros estudios los realizó en su pueblo natal y luego en Mérida. Desde muy joven desarrolló una gran afición por las letras y en diversas ocasiones escribió diálogos y cantos jocosos que se representaban en el teatro escolar. En 1930, ganó un concurso de «bombas» yucatecas, organizado por el Club Yucatán. Trabajó en Henequeneros de Yucatán y por motivos laborales vivió por temporadas en Ticul y Tekax.
A mediados de los 40, se mudó a la Ciudad de México. Fue directivo de la Cámara Farmacéutica y fundó su delegación en Yucatán. Constituyó, junto con prominentes yucatecos radicados en la Ciudad de México, la Sociedad de Estudios Yucatanenses, que hoy lleva su nombre. Interesado por el bienestar de su pueblo natal, logró la introducción de agua potable a Teabo, con lo que se convirtió en la primera villa del estado en contar con este servicio. Asimismo, apoyado por un grupo de teabeños que vivían en la Ciudad de México, alcanzó tres importantes mejoras para esta comunidad: carretera pavimentada en el tramo Teabo-Ticul, energía eléctrica y escuela secundaria. Esta última meta se concretó después de su muerte, al fundarse la Escuela Técnica Agropecuaria Élmer Llanes Marín. También participó en la Campaña Nacional de Erradicación del Paludismo para que llegara a los más alejados núcleos indígenas de Yucatán. Para ello, grabó una sencilla explicación en maya, en la que daba a conocer las causas y consecuencias del padecimiento. Otro de sus proyectos fue la elaboración de una encuesta entre presidentes municipales, párrocos, directores de escuelas, maestros, presidentes de juntas de mejoramiento, corresponsales de los periódicos, campesinos y comerciantes de cada lugar, para conocer sus opiniones sobre los problemas más acuciantes de Yucatán y las alternativas de solución. Con los resultados pretendió elaborar un programa de gobierno que entregaría al gobernante local en turno. Colaboró en el Diario del Sureste, y desde 1968 en el Diario de Yucatán. Fundó el Boletín Informativo, “órgano de la Cámara Farmacéutica de la Ciudad de México”, y fue miembro fundador de la revista Yucatán, publicada en la metrópoli durante la época del «marentismo». Su bibliografía comprende Voces olvidadas, (1954); Voz y sangre del hijo de Yucatán, (1955); Yucatán a ocho columnas, donde hace una serie de consideraciones para una nueva administración henequenera; La llanura aislada; Yucatán ante el número 30, en donde pronostica la erección de Quintana Roo al rango de estado; Cuentos de mi terruño, (1961), y Los niños mayas de Yucatán, reeditado en varias ocasiones. Sus cenizas fueron depositadas, en un primer momento, en el Cabildo de Teabo y luego en el Panteón General. El Ayuntamiento, el consejo municipal del PRI y el pueblo en general lo nombraron Hijo Predilecto de Teabo.